En la prensa mainstream anglosajona se pueden leer cosas muy interesantes. Tengo la sensación (muy poco fundamentada) de que desde algunos círculos se es un poco demasiado pesimista sobre la prensa y medios mayoritarios. Se dice que en estos medios reina un intervencionismo rampante y muy generalizado. Pero luego en cambio puedes leer cosas como el artículo que sacó hoy el WSJ de Burt Folsom Jr. (un historiador liberal que escribe para The Freeman, la revista de la Foundation for Economic Education) sobre si Roosevelt puso fin con sus políticas a la Gran Depresión. El artículo de Russ Roberts sobre si la economía es realmente una ciencia puede ser otro ejemplo, o los artículos de Robert Higgs en diversos medios (como The Washington Times). Por supuesto, estos casos serán mínimos, no representan de ninguna manera la mayoría de lo que sale en prensa, y además muy posiblemente tengo el sesgo de ver más artículos de esta línea por mis intereses… pero bueno, al menos existen. Bueno, es simplemente una conjetura.
A lo que iba es a enlazar un artículo de The Economist bastante crítico con la reforma sanitaria de Obama. En concreto, se concentra en los efectos de esta medida sobre los costes de las empresas. Muy probablemente, los efectos de esta medida serán costes de la asistencia sanitaria crecientes, y no menores como dice Obama, y como el sistema americano está basado en que es la empresa la que paga estos costes en gran proporción, y la reforma obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a proveer (obligatoriamente) de seguro, pues las empresas se verán dañadas. Aun así añade un matiz a esto en relación a la exención sobre esta obligación a las empresas de menos de 50 empleados.
The most reasonable assumption for Main Street is that health-care costs will either continue to grow at the same pace as for the past decade—or accelerate. This is a looming disaster for American business. The proportion of GDP devoted to health care has grown from 5% in 1962 to 16% today. Rising health-care costs appear to have suppressed wages, as firms seek to make up for the expense. America spends 53% more per head than the next most profligate country and almost two-and-a-half times the rich-country average. With health-care costs rising much faster than general inflation and 500,000 baby-boomers now becoming eligible for Medicare every day, health-care spending is likely to hit 20% of GDP by 2017 and 25% by 2025.