Varios artículos sobre los derivados: ¿son armas de destrucción masiva, como cree Warren Buffett, o una innovación financiera digna de elogio y que ha generado prosperidad durante algunos años? ¿son los derivados consecuencia de un mercado libre o hay algo más detrás (sin negar que en un mercado libre también podrían existir, pero que tendrían menos alcance y volumen)?
Sobre los Credit Default Swaps (CDS): ¿causa de la crisis o efecto del sistema monetario?
Según Antal Fekete: “los mercados de derivados están programados para autodestruirse a través de su crecimiento explosivo”
Entonces, dado que parece que estos instrumentos tienen efectos dañinos para el conjunto del sistema financiero a largo plazo, se plantean algunas preguntas: ¿pasaría la solución por incrementar la regulación o incluso, como defiende Soros, prohibir algunos productos? ¿Deberían las autoridades y agencias públicas vigilar estos mercados para favorecer la transparencia? ¿Es la desregulación y el sistema de libre mercado la causa del surgimiento de estos productos destructivos? ¿Es la especulación perjudicial y peligrosa?.
Publicamos una traducción de un artículo de Robert Murphy donde se pregunta: ¿Debe el gobierno controlar los derivados? En su opinión, no, argumentando que los políticos no arreglan las cosas sino que solo las pueden empeorar. Sin embargo, creo que no llega a la raíz del asunto, que sí llegan otros, como Fekete en el anterior artículo o el Observatorio de Coyuntura del Juan de Mariana: “El abandono del patrón oro y la expansión crediticia dispararon el mercado de derivados”
Daniel Ballesteros en Austroliberales.com, no está de acuerdo con esta tesis:
hoy se vuelve a reclamar la intervención del Estado para prohibir este tipo de productos o bien regularlos. Craso error el de regular aún más donde no es necesario. Lo verdaderamente importante es reformar las leyes de sociedades anónimas y restringir la banca de reserva fraccionaria, aspectos que son la clave del problema. Echarle la culpa a la falta de un patrón oro como hacen algunos austríacos, es un error. El CDS siempre tendrá un lugar, con o sin patrón oro, el problema es que las leyes no protegen adecuadamente la propiedad privada del dinero y que las sociedades anónimas tienen un severísimo problema de gobierno que sólo se resuelve poniendo propiedad y dirección en las mismas manos.