Hoy Ignacio Escolar ha publicado una entrada titulada, de forma muy ilustrativa, El déficit español no es culpa del gasto público. Su tesis es que, al contrario, el problema es la falta de ingresos públicos, o mejor dicho, el “desastroso modelo fiscal”.
Para demostrar su tesis utiliza básicamente dos datos: la presión fiscal (recaudación total / PIB) y gasto público / PIB. Observa que en ambos indicadores, España está por debajo de la media: la presión fiscal es baja (por lo que deduce que los españoles pagamos pocos impuestos, aunque destaca que los impuestos sobre los asalariados ya son elevados) y el nivel de gasto público no es en absoluto desmesurado, en términos comparados con los países europeos.
Asimismo, introduce dos variables más: la economía sumergida y la excesiva sensibilidad de los ingresos públicos al ciclo.
El principal agujero de nuestras cuentas públicas no se encuentra en el IRPF: está en el fraude, en la economía sumergida y en un sistema fiscal diseñado para recaudar en los tiempos de la burbuja inmobiliaria y que ahora, tras el ladrillazo, se ha vuelto ineficaz.
Por tanto, concluye que:
Que el ajuste de las cuentas públicas venga de recortar el gasto público y subir los impuestos a los trabajadores en el IRPF es un doble tijeretazo para los españoles con menos recursos.
Hasta aquí el resumen del post de Escolar.
No me voy a detener mucho en la réplica porque los argumentos que él aduce ya han sido analizados críticamente en otros sitios, por lo que básicamente me limitaré a enlazar a esos sitios, además de hacer algún muy breve comentario.
1.
Empezamos con lo más reciente y lo que toca más de pasada Escolar (supongo porque ya lo ha tratado en otras ocasiones). La economía sumergida. Sobre esto precisamente trataba mi entrada anterior: Que no nos cuenten milongas sobre la economía sumergida. (Aclaro, como hice en comentarios, que con esta entrada no estoy defendiendo la economía sumergida y el fraude fiscal).
2.
Sobre la idea de que los impuestos en España son bajos en comparación con otros países, dediqué un estudio titulado, ilustrativamente también, La falacia de los impuestos bajos en España. En forma de artículo breve, pueden leer: Es la insuficiencia de impuestos, estúpidos liberales. Resumen del estudio:
A través de distintos argumentos, como el análisis desagregado de las principales figuras impositivas o el uso de indicadores alternativos como el esfuerzo fiscal, tratamos de mostrar cómo el fijar la atención exclusivamente en la presión fiscal es errado. En esencia, señalábamos cómo este último indicador genera confusión al mezclar recaudación fiscal baja real (debida al elevado paro y la escasa productividad) con una inexistente baja imposición. El informe concluye que nuestro país no necesita más impuestos, sino mayor empleo, productividad y dinamismo empresarial.
En este estudio (sección IV, apdo. 2) hago también un análisis de la brutal caída de la recaudación en 2008 y 2009 y sus posibles causas (a esto dediqué un artículo en LD).
3.
En relación a que el IRPF ya es relativamente alto en España, tengo que darle la razón. Y a que fue un error subir este impuesto (entiendo que él así lo cree), también. A esta cuestión dedicamos otro estudio, titulado España: en la cola del paro y a la cabeza de impuestos (sobre la renta, se entiende).
Lo que Escolar no dice, y en el informe sí apuntamos, es que el aumento en la imposición sobre las ganancias de capital ha sido muy notable, y que ahora España se sitúa por encima de otros países europeos como Reino Unido e Italia, a la par que Alemania, y para plusvalías superiores a 24.000€, muy cerquita de Finlandia o Noruega (ver gráficos 4 y 6 del citado informe).
4.
Y respecto a que el problema del déficit no es el excesivo gasto público, tenemos la segunda parte del informe, donde ponemos varias evidencias, como la evolución del gasto público entre 2001 y 2007 (gráfico 11), la evolución del saldo presupuestario estructura (gráfico 13) el esfuerzo fiscal (gráfico 14), el esfuerzo para el sostenimiento del gasto público (gráfico 15). En fin, lo mejor es ir al informe y verlo. Por supuesto, la interpretación de los gráficos y datos puede ser discutible, no digo yo que “eso lo ve hasta un ciego”.
Un punto importante que hacemos en el informe, relacionado con lo que dice Escolar de la sensibilidad de los ingresos al ciclo. El error principal del gobierno en la etapa de expansión burbujeante fue (copio de este artículo):
financiar gastos estructurales con ingresos coyunturales que tienen los días contados. Una vez explota la burbuja, los gastos se disparan y los ingresos se desploman y, en consecuencia, aparece un agujero importante que retrae recursos de la economía privada.
Es cierto que el sistema fiscal puede ser excesivamente sensible al ciclo (no lo he estudiado lo suficiente, pero creo que es así) y que esto sea algo a mejorarse, pero no es menos cierto que fue imprudente que los gobiernos incrementaran muchísimo el gasto y/o las promesas de gasto futuro (como también fue imprudente que los particulares, por ejemplo, hicieran lo propio: comprometiéndose a pagar una hipoteca con un empleo precario). Desde este punto de vista, el gobierno sí vivió por encima de sus posibilidades.