Se nos dice que el elevado coste de la deuda pública española nos está perjudicando gravemente, y que si el Banco Central Europeo actuara de manera más enérgica, este lastre sobre las finanzas públicas se reduciría notablemente.
Pero esto es, en el mejor de los casos, solo verdad a medias. Echen un vistazo a este gráfico, donde se muestra el tipo medio de emisión de la deuda pública española desde 1999, que en promedio está en el 4.6%.
Fuente: Jesús Sánchez-Quiñones, “El problema no es la prima de riesgo”
Efectivamente, pese a los aumentos desde 2009, el tipo sigue estando por debajo de la media desde 1999.
El problema, entonces, parece otro. Y no es más que el elevado volumen de la deuda pública, como argumenta el artículo citado de Sánchez-Quiñones. Elevado no tanto si lo comparamos con otros países de nuestro entorno, sino en relación a cómo estaba hace solo unos años.
Recuerdo este gráfico del boletín de coyuntura que publicamos en el Juan de Mariana, donde se ve, en términos comparativos, el galopante ritmo de crecimiento de la deuda pública en términos del PIB: