Pobreza, Crisis y Crimen: una relación esquiva
En las ideas y lugares comunes de buena parte de la sociedad, ha calado la teoría de que el crimen tiene como una de sus causas más importantes la pobreza, las dificultades económicas y la desigualdad económica. Esta teoría fue promovida por unos sociólogos norteamericanos en los primeros años 60, y fueron una de las razones intelectuales para aprobar las medidas socialdemócratas del presidente Lyndon Johnson (su programa de La Gran Sociedad).
Otra vertiente de esta teoría es la que afirma que los terroristas, por ejemplo los que surgen de países africanos o de los territorios palestinos, reaccionan violentamente ante unas condiciones sociales y de exclusión social extremas.
En principio, parece tener cierta lógica: si apenas tienes nada para llevarte a la boca, robar puede ser una alternativa viable para salir adelante. Además, tienes muy poco que perder. O puesto de una manera menos extrema: si has perdido el empleo y te encuentras en una situación financiera muy delicada, puede que consideres la posibilidad del robo como último recurso. Así, las etapas de profunda recesión económica y aumento del desempleo como la actual, deberían conducir a situaciones sociales más conflictivas y mayores tasas de crimen.
Sin embargo, los datos no parecen coincidir con esta tesis, según sostiene un artículo del Wall Street Journal de Heather MacDonald, investigadora del Manhattan Institute. A pesar de que algunos medios lanzaron advertencias de la oleada criminal que se podía venir encima con la recesión, según el FBI los homicidios han caído un 10% en los primeros seis meses de 2009; los crímenes violentos cayeron un 4.4%, las violaciones de la propiedad cayeron un 6.1%; los robos de coches han disminuido cerca de un 19%. Y todo esto a pesar del aumento dramático en las tasas de desempleo.
Estas cifras muestran la continuación de la buena senda de reducción en las tasas de criminalidad que comenzó en los 90. Estos resultados positivos parecen deberse, según MacDonald, a buenas políticas policiales por parte de altos cargos de los cuerpos de seguridad estadounidenses, que nada tienen que ver con las teorías que ven al crimen como una consecuencia de la pobreza. Estas políticas han consistido en una fuerte lucha contra el crimen basada en potentes fuentes de datos e información.
MacDonald presta atención a la relación que existe entre unas menores tasas de crimen y un mejor desempeño económico, evidencia que se muestra en el terreno de las comparaciones internacionales –países con mayores tasas de criminalidad tienden a mostrar grados de desarrollo menores-, pero que también debe contemplarse en el caso de países desarrollados y su evolución económica a lo largo del tiempo.
Advierte contra la idea de recortar las fuerzas policiales o liberar a presos prematuramente en tiempos de crisis, como vía para recortar el gasto y reducir el déficit. Ello podría hacer aumentar las tasas de criminalidad, lo que perjudicaría la recuperación económica. “La seguridad pública es la pre-condición para una vida urbana próspera”, por lo que el gobierno debe mantenerla, ya que es una de sus funciones más vitales para el buen desarrollo económico y social. “Mantener unas tasas de criminalidad bajas ahora es la mejor garantía de que las ciudades a lo largo del país podrán beneficiarse de la inevitable recuperación económica cuando ésta llegue”, señala.
He leído ahora mismo tu árticulo de opinión en Libertad Digital, "La corrupción del intervencionismo estadounidense" lo has clavado. Hace poco que he descubierto la web JUANDEMARIANA, etc.. Mi sensación es que la política del todo vale de nuestros representantes públicos y de nuestras instituciones económicas se extiende al ámbito moral. Así cada ciudadano mira unicamente por su interés y aplica el todo vale que se ha implantado de forma general y que con la crisis se ha agudizado. ¿Cómo se puede entender que un feto no es un ser humano? Hay ceguera moral en este país. En fin a lo mejor arreglando lo moral saldremos mejor parados de esta crisis.
Gracias Rafa. Estoy de acuerdo contigo, aunque arreglar lo moral no es nada facil... ________________________________