Leo un artículo de CNNMoney.com del 2005 sobre una familia americana que en menos de 4 años había comprado 4 casas -viviendo en una y alquilando las demás-, aprovechando trucos ingeniosos de brokers y magos varios para abaratarse la señal de la hipoteca (p.ej. negociando dos préstamos en vez de uno, como cuando compras un 2×1 en el super), y aprovechando la subida de los precios de la vivienda. Decía:
“If there’s a downturn and we sell, it’ll be harder to pay off the loans,” he explains. “But that’s only if we sell. In a downturn, people stop buying and start renting. That’s good for me as a landlord.”
Y también es maravilloso para un propietario que se hundan los precios, ¿no? No sé qué será de esta familia ahora…
Pero quizás lo más llamativo del artículo es la predicción u opinión del experto/sabio especializado en observar con cautela y minuciosidad el mercado inmobiliario durante décadas.
As chief economist for the National Association of Realtors, David Lereah has followed the housing market since 1980, and he’s still bullish, predicting that home prices will continue to rise for another decade. Accounting for median home price inflation, employment, and net immigration, among other factors, Lereah gave us his picks for the cities where buying to rent is a good idea right now, and a few where it’s not.
Si este tipo de gente es quien ostenta los cargos de advisors para la gente común que no tiene ni idea de economía, mal vamos, y normal que pasen estas cosas y que la mayoría de la profesión estuviera en estado de shock cuando todo esto estalló. Otro tanto iría para las agencias de rating o pequeños directores de bancos o cajas. Recuerdo que en el periodo de las turbulencias en los mercados del verano de 2007, un director de una pequeña sucursal de una caja (no pequeña) nos contó que el servicio de estudios de la entidad daba perspectivas muy favorables para los principales índices bursátiles en el futuro próximo, aunque habría volatilidad, añadía. Daba incluso estimaciones de hasta dónde llegarían el Ibex y los demás índices. No los recuerdo exactamente pero sí recuerdo que eran una barbaridad (no solo lo digo ahora, también lo pensé en aquel momento. Cualquiera con tras un poco de análisis económico (correcto, claro) hubiera pensado lo mismo).
¡Vaya panorama!