No os asustéis, este post no trata de actualidad. No voy a pronosticar una Guerra Europea a gran escala entre Alemania por un lado y Grecia, Portugal y españa por otro. Ni tampoco una III Guerra Mundial como consecuencia indirecta de lo que está pasando, y lo que se puede avecinar. Nada de eso.
Simplemente quería traer a colación un par de citas-reflexiones interesantes sobre la guerra que acabo de releer, de Ryszard Kapuscinski en UN DÍA MÁS CON VIDA, donde relata su experiencia como periodista en medio de la cruenta guerra civil de Angola en 1975.
la imagen de la guerra es intransferible. No se puede transmitir ni con la pluma ni con la voz ni con la cámara. La guerra es una realidad solo para aquellos que están apresados en su interior, sangriento, sucio y repugnante. Para otros no es sino una página en un libro o unas imágenes en una pantalla; nada más
Una reflexión similar sobre la guerra en forma de una canción genial: Drive-By Truckers – ‘The sands of Iwo Jima’
La otra reflexión de Kapuscinski, donde cuenta lo que un mercenario británico le dijo sobre su trágica experiencia en Angola:
Hay quien cree que guerra es lo mismo que un rasguño en la pierna, tan insignificante que incluso es agradable. Mentira. Guerra significa cabezas destrozadas, piernas arrancadas de cuajo, individuos con vísceras al descubierto arrastrándose en círculos, hombres abrasados por el napalm, pero aun vivos. Al ver todo esto, a uno se le endurece la piel. Encuentras, por ejemplo, a un cubano herido, lo vuelves boca arriba y hace un movimiento. Crees que intenta sacar su arma y te lo cargas sin pensártelo dos veces. Y él a lo mejor quería sacar la fotografía de su mujer y decirte: “Ayúdame”. Pero tú lo has matado de un tiro. Simplemente porque no querías arriesgarte. Cuando uno dispara sobre una pared humana en movimiento, no mira rostros, no ve personas. Se limita a apuntar a siluetas a las que, por extraño que parezca, no asocia con seres humanos. Cuando te tomas con alguno cara a cara y luchas cuerpo a cuerpo, entonces ves que sí es un hombre como tú, pero en esos casos suele tratarse de salvar tu propia vida. Tienes que matarlo antes de que él te mate a ti.
La capacidad del ser humano a adaptarse a diferentes contextos es enorme. El contexto importa y si no determina nuestro comportamiento, al menos sí influye de manera importante. Esto da un punto de imprevisibilidad adicional.