Krugman for President ?
A estas alturas, hay quienes tienen en grandísima consideración a Paul Krugman, un economista de reconocido prestigio y cuya autoridad intelectual está fuera de toda duda, según dicen. Otros le consideran poco más que un charlatán intervencionista pro-déficit público y panfletista pro-demócrata.
Para algunos, que suelen defender la primera de las dos posiciones, Obama está siendo demasiado tímido en su política de estimular fiscalmente la economía americana, desoyendo las voces que le piden más estímulos, como la de Krugman. De hecho, circula un gracioso video en Youtube donde un tipo canta en favor de que Krugman sea presidente de los EEUU. Dentro video. Le dedica elogiosos versos como éstos: “When I listen to you, things seem to make sense / We need you in the front line, not just writing for the NYT / ¿Por qué no eres Secretario del Tesoro?”. ¿Dónde estás, Paul? ¡Te queremos para la presidencia!
Pero aparte de este video que puede levantar ciertas carcajadas, podemos leer cómo un economista como Simon Johnson escribe un elogioso artículo de Krugman, defendiendo que sería un gran candidato para dirigir la Office of Management and Budget para reemplazar a su anterior director, Orszag. No hay duda, Krugman sería un excelente gestor de las finanzas públicas, ¿o no? Veamos los argumentos de Johnson:
Krugman embodies exactly the balance of messages required to be an effective budget director today. He fully understands the need for budget consolidation eventually – after all, he wrote the original definitive work on balance of payments crises and how these are fueled by money creation (and implicitly by budget deficits). No one has better anti-deficit credentials for the long haul. And, as one of the world’s leading economists on international issues, he understands better than most both the advantages granted the United States because we issue one of the few “reserve currencies” (held by private investors and central banks alike as a safe haven).
He also knows that if we don’t put our public debt eventually on a stable path, we could lose our reserve currency status – in which case our problems would begin to resemble much more those of Greece.
¿NADIE tiene mejores credenciales anti-déficit para el largo plazo? ¿Qué me está contando?
Parece que eso de que en el largo plazo todos muertos tiene mucho sentido en el pensamiento de Krugman y, al parecer, también de Johnson. El corto plazo es una cosa, el largo otra totalmente distinta. En el corto debemos endeudarnos hasta las cejas para sostener la demanda agregada. Ya habrá tiempo para, en el largo plazo, ajustar las cuentas y reducir la deuda y déficit públicos. Sobre esto del corto y largo plazo, dejo una cita bastante interesante de Miguel Angel Alonso Neira:
¿Cómo compatibilizar ambos enfoques (corto y largo plazo diferenciados) si aceptamos que al largo plazo sólo se puede llegar a través de una secuencia de cortos plazos? En la Acción Humana (1949), Ludwig von Mises escribía: ‘Debemos guardarnos de la falacia habitual de trazar una línea divisoria profunda entre los efectos a corto plazo y a largo plazo. Lo que sucede en el corto plazo son precisamente las primeras etapas de una cadena de transformaciones sucesivas que tenderá a provocar los efectos a largo plazo’
No es el momento para preocuparse por el déficit, ya haremos la consolidación fiscal 5 o 10 años más tarde, dijo Krugman hace bien poco sobre los recortes de Merkel. ¿Y es Krugman la mejor opción para dirigir las cuentas públicas? Así lo piensa claramente Simon Johnson:
If the president wants to actually make progress with his broader agenda, and to experience anything other than austerity and prolonged high unemployment, Paul Krugman would be the best choice for budget director.
Qué miedo. Ahora que voces mucho más sensatas alertaban del viraje panfletista de Krugman…
Mucho miedo me da el artículo Ángel. La cuestión es que no creo que le convenga a Krugman ser presidente. Al fin y al cabo a día de hoy influye más en la política de la administración Obama que ninguno de sus miembros, pues todo lo que dice es tomado como la voz de la sabiduría que les guía. Y además no tiene las desventajas de tener que tomar decisiones, ser responsable de ellas y enfrentarse a sus nefastas consecuencias. Es mucho más fácil y más rentable ser el sabio que todo lo critica y que nunca se equivoca a el político que toma las decisiones reales. Mucho mejor que ser el presidente de los EEUU es ser el hombre que le susurra al oído al presidente de EEUU lo que debe hacer y siempre es obedecido, !dónde va a parar¡.
Acordémonos cuando nos decían que no debíamos preocuparnos porque existía margen de maniobra suficiente para el endeudamiento del estado; que sin políticas de estabilización esto sería un desastre... Es justo lo que esta pandilla esta repitiendo ahora a Alemania.