El arte de la independencia. No podrían haber titulado mejor la entrevista que han hecho a C. Rodríguez Braun (CRB) en Desde el Exilio. Aquí simplemente quería resaltar algunos puntos que ha hecho CRB, porque van ligados a algunas cuestiones que se han ido tratando en este blog y podrían ser de interés.
1. No hay óptimos y pésimos economistas, sino más bien, buenas y malas ideas. Ejemplifica esto con Hayek y Keynes.
2. Defiende una interpretación equilibrada de Adam Smith:
la Ilustración escocesa es sin duda alguna sobresaliente, pero, otra vez, no se trata de dioses perfectos, empezando por Adam Smith, cuya teoría del valor es equivocada y cuya teoría del intervencionismo estatal deja mucho que desear desde el punto de vista liberal, pero al que los liberales podemos elogiar porque al mismo tiempo presentó excelentes argumentos liberales tanto en La riqueza de las naciones como en La teoría de los sentimientos morales.
3. El peligro de las etiquetas y de encasillarte en una escuela teórica determinada:
Esto de tener que estar en una escuela o en otra es cómodo, pero por una razón muy mala: porque ahorra el coste de pensar. Te pones (o te ponen) en una escuela y ya está. Pues, lo siento, pero no. No me gustan las escuelas ni los “lados” exclusivos porque el mundo es demasiado complejo.
4. Visión ecléctica de las corrientes actuales del pensamiento económico y el liberalismo:
la Escuela Austriaca tiene una gran teoría del ciclo económico (debo su conocimiento y aprecio a un viejo y valioso amigo, Jesús Huerta de Soto), pero la de Chicago nos abrió los ojos ante nuevas perspectivas de análisis que no veo por qué hay que desdeñar. Otro tanto valdría para la Public Choice.
5. Aplaude el uso de las matemáticas y la econometría en economía. Un tema del que algo se ha hablado por aquí últimamente.
6. Antes que ver la paja en el ojo ajeno, deberíamos ver la viga en el nuestro. Una sensacional lección en todos los ámbitos de la vida que CRB aplica a la falta de éxito de los liberales para transmitir sus ideas al público:
En lugar de echar culpas sobre los demás deberíamos reflexionar sobre si los amigos de la libertad no tendremos alguna responsabilidad en no haber sabido/podido extender más nuestro mensaje
Todos estos puntos son ideas que deberían hacernos reflexionar.