Este es uno de los eslóganes de la interesante iniciativa de Ciudadanos en Blanco, que se resume en este excelente cartel y en los siguientes párrafos.
Ciudadanos en Blanco se autodefine como un movimiento ciudadano español que se presenta a las elecciones políticas españolas, y persigue que los votos en blanco en dichas elecciones sean computados de forma que si alcanzan los suficientes para obtener un escaño en el Congreso de los Diputados y en los respectivos autonómicos, este quede vacío.
Para conseguirlo han formado un partido político con el mismo nombre. El único objetivo del partido es conseguir que el voto en blanco sea computable, y salvo para aprobar la ley que lo haga, los representantes del partido deberían dejar vacíos los escaños que pudieran conseguir y devolverán sus sueldos, teniendo que comprometerse a ello por escrito para poder formar parte de las listas.
A día de hoy si se emite un voto en blanco actualmente no computará a la hora de repartir los escaños del Congreso, algo que se pretende que sí ocurra con los votos a favor de Ciudadanos en Blanco.