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Procesos de aprendizaje

Econometría, matemáticas, Escuela Austriaca, y otras divagaciones

Lo prometido es deuda, aunque sea con mucho retraso. Tras un largo paréntesis retomo (y acabo, espero) el tema de la econometría y las matemáticas que inicié. Ver parte primera, y parte segunda. Cuando me puse a escribir sobre este tema pensaba que lo iban a visitar cuatro o cinco, pero para mi sorpresa, es el segundo post más visitado desde que empecé el blog (el primero es el de la desaparición del paper de Block; lo que tiene el morbo…). Si alguien tiene alguna explicación, sería bienvenida. De momento mantengo la de que el nicho de mercado al que va este blog es bastante “especial” (eufemismo de freak).

Aquí estamos de nuevo para satisfacer la demanda de posts de blog sobre econometría y herramientas cuantitativas, y la relación de todo esto con la teoría de la economía austriaca.

Hasta ahora, entonces, he tratado de mostrar que el rechazo de la Escuela Austriaca a la econometría no es tan radical como a veces se dice. O al menos, existen economistas de esta tradición que son bastante tolerantes con su uso. Luego, claro, hay otros que la rechazan por completo. Jesús Huerta de Soto es muy crítico, por ejemplo. Y en su caso no puede hablarse en absoluto de que no conozca las herramientas, porque las debe de conocer al dedillo, ya que es actuario de seguros, y si no me equivoco, especializado en econometría actuarial (según le escuché un día).

Sobre el uso y los problemas con las matemáticas, aquí hay un debate muy muy interesante en el blog de Cooperation Problem. Algunos de los que intervienen son Peter Boettke, Steve Horwitz, Prychitko, Richard Ebeling o Roger Koppl. (Esta es una de las maravillas de Internet y el fenómeno de los blogs, leer cómo intercambian sus comentarios gente como ésta, de manera totalmente pública y abierta).

¿Cuál es el problema de las matemáticas?, se pregunta Boettke. Y responde:

It is not mathematics. When mathematical techniques are used correctly they are extremely helpful — perhaps essential — to clear thinking on many topics.  But when questions are restricted due to mathematical tractability, or models are developed which assume what they are supposed to prove, mathematical techniques can hinder progress in the social sciences.

This argument is not new — especially to careful readers of the Austrian tradition of economic scholarship.  This was essentially the argument with those who developed the mathematical model of market socialism in the 1930s and 1940s, and with those who depicted the market economy in the perfectly competitive general equilibrium model in the 1960s and early 1970s.  These mathematical models Mises, Hayek, Kirzner respectively attempted to demonstrate assumed what they had to prove, and in doing so blocked from our economic view essential characteristics of the market economy — namely processes of adjustment to changing conditions, competition as rivalry, and entrepreneurial alertness as the driving force of the market economy.

Sin embargo, la profesión no toma demasiado en serio esta posición: Las teorías, si no son expresadas mediante modelos matemáticos, da la impresión de que son puras divagaciones, que no pueden discutirse, probarse ciertos o falsos con métodos científicos y objetivos. Sin embargo, podemos ver cómo existen numerosos modelos que dicen cosas distintas, escuelas o corrientes de pensamiento que, usando las herramientas mainstream, están muy en desacuerdo en ciertas cuestiones. El papel de las hipótesis detrás de los modelos imagino que será clave. Pero entonces, eso relativiza la crítica que se le haría a los modelos de lógica verbal.

Por otro lado, si los modelos matemáticos ofrecen esa posibilidad de ser perfilados, ampliados y mejorados, si tienen ese carácter científico que se les asocia, ¿por qué tantos fracasos a la hora de explicar y prever ciertos fenómenos de notable importancia? Ya sea la Gran Depresión, la crisis de los 70, la crisis actual, el colapso del socialismo… Y curiosamente, prácticamente en todos estos casos (desconozco acerca de la crisis de los 70), economistas sin formalizar matemáticamente, si no predijeron estos acontecimientos, al menos sí que se acercaron bastante a ello, y no les pilló con el pie cambiado. Un ejemplo de esto que me gusta bastante es la escasa previsión de esta crisis de Milton Friedman. Bernanke es otro que tal anda.

Nos enfrentamos ante un mundo social cambiante, muy incierto. Los agentes económicos -seres humanos- no responden mecánicamente ante lo que sucede alrededor, ni ante los incentivos. Primero se requiere se que éstos interpreten las señales y circunstancias exteriores. Esa interpretación es subjetiva, y puede cambiar de un sujeto a otro, y de un momento a otro. Difícil, si no imposible, predeterminar los comportamientos humanos. Aunque se podría decir que los modelos se conformarían con ‘acertar’ de media, en los casos “normales”, y para términos agregados, no individuales. Pero, aquí se nos pueden colar eventos poco probables en principio, pero que luego resultan ser cruciales. (Ver la reseña de Rallo de The Economics of Time and Ignorance). Y con eso no conseguiríamos una comprensión cabal de los fenómenos de mercado -fundamentados en el individuo y en su acción- sino generalizaciones, que aun así podrían tener cierta utilidad para otros usos.

Por otro lado, los agentes son (¿somos?) creativos, en el sentido de que (en ocasiones) no nos conformamos con lo que hay ya predeterminado, sino que (a veces) vamos a por más, vamos más allá, buscamos nuevas formas de hacer las cosas, encontramos conexiones causales entre dos ideas u objetos en las que no habíamos caído… en definitiva, usamos el conocimiento y la información a nuestro alcance (por supuesto, de forma limitada e imperfecta), pero también generamos nuevo conocimiento.

No obstante, tampoco hay que idealizar el comportamiento o la funnción empresaria del común de los mortales, que somos más bien de seguir rutinas fijas (ir al mismo restaurante, ir por la misma calle en vez de probar nuevos caminos, coger siempre la misma marca del producto que sea, etc.), lo que nos evita y frena esa generación de nuevo conocimiento, pero al mismo tiempo es lo que hacemos porque somos así. En este podcast de EconTalk con Willingham, un psicólogo autor de un libro llamado ¿Por qué a los estudiantes no les gusta la escuela?, sostiene lo siguiente:

thinking is hard, brain tries not to do it. What do you mean? We think of ourselves as the pinnacle of creation exactly because we are so good at abstract thought. Compared to other animals, there is no doubt. When you compare the mental processes involved with abstract reasoning, high level thought, dealing with novel problems, to other mental processes the mind and brain handle, they are not all that effective. Compare vision–unbelievably reliable. Walk into a room and in less than one second, appreciation of the objects in the room and almost never wrong. Thinking processes–very slow, unreliable, effortful. Vision takes no effort; after an hour of hard work thinking about a difficult problem people will say they are tired out. Most of the time we will avoid thinking if we can; refuge we move to is memory. In our everyday lives, constantly encountering problems that if we wanted to we could think about them in novel ways. Go to grocery store; confronted with three dozen varieties or more of bread. Could compare them all on price, visual appeal, nutritional content. But most of the time you just buy what you’ve bought before.

¿Es esto un matiz a la visión tan positiva del ser humano y la función empresarial de algunos autores austriacos como Huerta de Soto? No lo sé, pero me parece un punto sensato y que se ajusta a mi experiencia personal, e intuyo que también a la de la mayoría de la gente. Si bien hay diferencias entre individuos: los habrá que sigan más fielmente las rutinas, los habrá más “anárquicos”, otros casi siempre tratarán de descubrir nuevas cosas enfrentándose a problemas nuevos, etc. Y también es interesante analizar cuáles son los condicionantes sociales e institucionales que hacen que una sociedad sea más proclive al tipo de pensamiento y acción creativa, en contraposición con las rutinas y la resistencia al cambio. Creo que eso tiene ciertas implicaciones para el campo del crecimiento y desarrollo económico, dentro del subtema del papel de la función empresarial en estos procesos.

Tras este paréntesis no intencionado previamente (¿ven lo de lo impredecible que es el ser humano?) y “producto de la acción humana, pero no del diseño humano”, no es plan de continuar. Así que continuaré en otro post. Espero que sí sea el definitivo.

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