El representante de toda la nación española y de todos y cada uno de los ciudadanos españoles, nuestro presidente Zapatero, ha hablado por todos y cada uno de nosotros: (Sobre la Cumbre Empresarial UE-Marruecos en Granada)
“España” -añadió- “se congratula en haberlas auspiciado bajo su Presidencia, así como en albergarlas en el mejor lugar en que podíamos hacerlo: aquí, en Granada”.
Me atrevería a decir, en un gesto de irreverencia anti-colectivista, que a la gran mayoría de españoles les importa un pimiento esa cumbre. Pero no puedo más que rendirme ante el contraargumento que enseguida, mi parte obediente, me ofrece: ¡es tu representante, y el de tu nación! ¡Ah, cómo habría podido olvidarlo!
Lo que he podido escuchar en dos minutos de telediario sobre esta Cumbre por boca de Zapatero ha dado más de sí. Otra perla:
El presidente expresó su convencimiento de que la “perspectiva actual es de recuperación y crecimiento” y por ello “hay que pensar y programar nuevos proyectos empresariales”.
Es de agradecer la disposición que tiene nuestro presidente para echar una mano a los empresarios y gente emprendedora. Los empresarios españoles estaban esperando a que ZP diera el pistoletazo de salida a los nuevos proyectos empresariales. Ahora ya pueden empezar a pensar en ellos.
¿Qué sistema es este en el que un presidente del Gobierno diga estas memeces? ¿Qué diantre pinta que un político diga que “hay que pensar y programar nuevos proyectos empresariales”? Me temo que esto no tiene absolutamente nada que ver con el capitalismo (no, no lo he descubierto ahora) ni con nada que se parezca a un mercado libre.
Ay, si el presidente y sus secuaces quitaran sus sucias manos del bolsillo (y lo que no es el bolsillo) del contribuyente y dejaran de decir tantas tonterías… ¡los nuevos proyectos empresariales que surgirían!