[Este post se cmplementa con un post anterior: El interés sobre los austriacos se dispara, pero algunos los distorsionan]
La primera es el curso en Economía Austriaca que Peter Klein, blogger de Organizations and Markets y especializado en temas de organización industrial y entrepeneurship (véase su libro The Capitalist and the Entrepeneur), ofrecerá en el programa de doctorado de la Universidad de Missouri.
Muy interesante echar un vistazo al programa (syllabus) que ha colgado en la web, sobre todo por su bibliografía. La gran mayoría de artículos y lecturas que hay en el curso están accesibles online.
Peter Boettke pone la noticia del curso de Klein en el contexto de la evolución de la presencia de cursos de este tipo en las universidades americanas y del mundo en las últimas décadas. Es optimista. Ha habido cierto progreso.
There was a time not long ago when Austrian economics was only taught formally at Grove City College by Hans Sennholz. And there was a time also not long ago when the only place one could formally study Austrian economics at the graduate level was at NYU with Israel Kirzner. The formal educational shift to wide-spread teaching of Austrian economics at both the undergraduate and graduate level has not been as fast as I would have liked to have seen, but it has grown in a non-trivial manner. Greater teachers like Richard Ebeling, Walter Block, Steve Horwitz, Dave Prychitko, Tony Carilli, and Emily Chamlee-Wright have replaced the Sennholz’s in the world as the master teachers of Austrian economics. And there are scores of other great teachers of Austrian economics that are populating university and colleges from San Jose State to Hillsdale College to Loyola (New Orleans) to Rhodes College to Troy State.
Pero siguen siendo una minoría muy minoritaria dentro de la comunidad académica. Hace un tiempo me dijo Citoyen que “los austriacos, especialmente en EUA, estan sobrerrepresentados en la escena publica en relacion con su prestigio academico”. Probablemente sea cierto, ya que la presencia de, por ejemplo, Ron Paul o gente como Thomas Woods (su libro Meltdown y demás) en la escena pública no creo que sea equivalente a la presencia de los austriacos en el top de la academia.
La segunda noticia es la publicación en inglés, con foreword de Boettke, del libro de Huerta de Soto Socialism, Economic Calculation and Entrepreneurship.
Huerta de Soto mainly provides an exposition of the argument about economic calculation, but he does relate it explicitly to the entrepreneurial market process and the role of entrepreneurial appraisement plays a significant role in his understanding.
Aprovecho para poner algunas citas sobre el debate acerca del cálculo económico.
Mises en epílogo a Socialismo (1947):
The fundamental objection advanced against the practicability of socialism refers to the impossibility of economic calculation. It has been demonstrated in an irrefutable way that a socialist commonwealth would not be in a position to apply economic calculation. Where there are no market prices for the factors of production because they are neither bought nor sold, it is impossible to resort to calculation in planning future action and in determining the result of past action. A socialist management of production would simply not know whether or not what it plans and executes is the most appropriate means to attain the ends sought. It will operate in the dark, as it were. It will squander the scarce factors of production both material and human (labour). Chaos and poverty for all will unavoidably result.
With regard to this essential problem of socialism, viz., economic calculation, the Russian “experiment” is of no avail. The Soviets are operating within a world the greater part of which still clings to a market economy. They base the calculations on which they make their decisions on the prices established abroad.
Hayek en “The Use of Knowledge in Society” (1945):
The second main objection raised against socialism is that it is a less efficient mode of production than is capitalism and that it will impair the productivity of labour. Consequently, in a socialist commonwealth the standard of living of the masses will be low when compared with conditions prevailing under capitalism.
hay algo fundamentalmente incorrecto en un enfoque que habitualmente no toma en cuenta una parte esencial de los fenómenos que tenemos que tratar: la inevitable imperfección del conocimiento humano y la consiguiente necesidad de un proceso mediante el cual el conocimiento sea constantemente comunicado y adquirido. Cualquier enfoque, tal como el de gran parte de la economía matemática con sus ecuaciones simultáneas, que efectivamente parte del supuesto de que el conocimiento de las personas corresponde a los hechos objetivos de la situación, deja sistemáticamente afuera nuestra principal tarea.
Estoy lejos de negar que nuestro sistema de análisis de equilibrio tenga una función útil que desempeñar. Pero cuando llega al punto en que desorienta a algunos de nuestros pensadores más destacados haciéndolos creer que la situación que describe tiene directa relación con la solución de los problemas prácticos, es tiempo de recordar que ese método no se ocupa del proceso social en absoluto y que no es más que un útil prolegómeno al estudio del problema principal.
Hayek en “La solución competitiva del socialismo” (1940):
resulta fácil sospechar que esta proposición [la de Dickinson del socialismo de mercado] en particular es el resultado de una excesiva preocupación por los problemas de la teoría pura del equilibrio estático. La proposición que estamos analizando no sería tan ilógica si realmente tuviéramos que tratar con información aproximadamente constante, es decir, si el problema consistiera en encontrar un sistema de precios que pudiera mantenerse, más bien sin variación, por largos períodos de tiempo.
Con datos constantes y determinados, se podría efectivamente alcanzar el equilibrio haciendo uso del método de tanteos. Sin embargo esta situación está muy distante de la realidad, donde el cambio constante es la regla general.
Kirzner en “The Economic Calculation Debate: Lessons for Austrians” (1988), en la misma línea que Boettke atribuye a la exposición de Huerta de Soto:
It was in the course of the debate that it gradually became apparent to the Austrians –but not to their opponents in the debate- that their position represented a critique of socialism only because and to the extent that markets under capitalism constitute such a dynamic process of entrepeneurial discovery.
Ekelund y Hebert en su manual sobre pensamiento económico:
A su nivel más fundamental, el debate sobre el cálculo socialista fue una lucha de modelos teóricos. La teoría económica socialista se basaba en los modelos del eq general walrasiano, en los que la junta de planificación central sustituye al subastador walrasiano.