Barreras para el debate teórico económico con no-austríacos
Me comentaba un amigo en una de esas conversaciones que sí merecen la pena, que en el “debate” macroeconómico actual hay muy poco debate directo entre economistas de diversas corrientes. No hay, me decía, discusiones, réplicas y contra-réplicas en un mismo journal o medio entre distintos economistas. Cada escuela o corriente mantiene su propio “guetto”, publicando en unos journals determinados, acabando en una cierta homogeneidad intra-journal, pero con gran heterogeneidad inter-journal (no es ésta la mejor forma de explicarme, pero ahora no se me ocurre otra). Así es posible el debate intra-escuela, pero no el inter-escuela. No existe como lo que hubo en los años 30: Hayek y Keynes discutiendo en los medios más prestigiosos cara a cara. O en años posteriores que veías artículos de Lachmann rebatiendo a otros keynesianos en top-journals. Ahora puede que existan debates para refinar ciertos aspectos desde dentro de una misma corriente, pero apenas hay intercambios de dentro hacia afuera. Cada escuela va un poco a lo suyo.
También me comentaba que estamos en un momento muy interesante, donde algunos economistas más o menos mainstream se están comenzando a plantear ciertas ideas o modelos que sostenían antes a-críticamente. (Por supuesto, Krugman es una excepción a todo esto.) De ahí que quizás éstos, desconcertados, miren un poco más a su alrededor, a ver qué es lo que hay por ahí. Unos se decantan por Keynes como Posner, otros espero que se decanten por algo mejor (¿adivinan qué es lo que tengo en mente?).
Puede que sea algo triste, pero me decía que es la forma como va a avanzar el proceso de conocimientos económicos. Mediante un proceso de selección, unas teorías competirán con otras, y al final el tiempo pondrá las cosas en su sitio. Yo no soy tan optimista.
Por otro lado, llegamos a tratar también las barreras de concepto que existen en el intercambio de ideas entre los economistas, no solo entre austriacos con no-austriacos –aunque quizá entre éstos sí se dé de forma especial. Para que un austriaco se haga entender entre una audiencia mainstream, es absolutamente necesario que aclare casi cada concepto básico que esté usando. Y en este tiempo puede que haya consumido todo el tiempo que se le concedía. Total, que se ha quedado solo en los conceptos.
Esto es claro cuando se habla de capital, dinero, incertidumbre, equilibrio, carácter dinámico… Un austriaco entiende por capital una estructura compleja y heterogénea de bienes de capital insertos en planes empresariales, con ciertos requisitos institucionales fundamentales. Un keynesiano entenderá por capital no mucho más que K. (Admito poder estar incurriendo en los vicios que critiqué). Por incertidumbre un neoclásico entenderá que los resultados no son perfectamente predecibles, sino que siguen cierta distribución de probabilidad… los austriacos entienden el que “no se sabe lo que no se sabe”. El mainstream entiende por modelo dinámico un modelo que incluye variables de periodos del pasado y tratan de replicar comportamientos futuros (por eso algunos piensan que lo dinámico no añade nada a lo estático, los resultados son los mismos. Claro, es que realmente no se añade el aspecto dinámico…)… para los austriacos esto es esencialmente estático, y lo dinámico para ellos es que el paso del tiempo implica cambios sustanciales en las valoraciones, expectativas sobre la realidad actual, pasada y futura, hay aprendizaje, cambios en el conocimiento, nuevas realidades que previamente no habían sido previstas de ningún modo… esto sí que es dinámico, y esto es realmente difícil, sino imposible, de modelizar matemáticamente porque simplemente no se puede conocer de antemano. Y qué decir del dinero, para unos es un mero numerario, algo neutral que añade poco o nada a los modelos microeconómicos, y cuyo tratamiento puede quedar relegado, mientras que para otros es la base de todo el análisis macro (que está fundamentado en lo micro), es no-neutral, etc etc.
En definitiva, que a pesar de necesario, es harto complicado el debate porque unas mismas palabras aluden a conceptos muy distintos, y si empezamos así, no hay quien nos vaya a entender…