Así se expresaba mi compañero de tertulia, Manuel Rey, en una conversación que, dirigida por Juan Carlos Barba, mantuvimos en Economía Directa del Colectivo Burbuja. El resultado, que os recomiendo, lo tienen en este enlace (podcast de 51.52 mins.).
Por supuesto, lo que se abordó en el programa fue solo una perspectiva muy panorámica a vista de pájaro. Hablamos de las características principales del continente, de las distintas teorías sobre las causas de su pobreza, y de las intervenciones de Occidente en África, tanto en la colonización, como posteriormente en materia de ayuda al desarrollo.
Se dijo que el continente africano es muy heterogéneo, en el que existen mundos muy distintos según hablemos del norte, del oeste, del cuerno de África (parte este), o del sur. Y dentro de estas divisiones, las heterogeneidades también existen.
A los que recelamos de los macroagregados –que incluso tratamos con bastante escepticismo indicadores como el PIB de un solo país– nos debía parecer obvio que tratar a un continente entero como un ente homogéneo, es una barbaridad. Pero a veces a uno se le escapa: la perspectiva macroagregada es bastante simple. Basta con ir a la base de datos del World Development Indicators, buscar los indicadores de África Sub-Sahariana que a uno le interese, y a partir de ahí interpretar.
Pero obviamente no es lo más sensato. Déjenme que ponga tres ejemplos de personas que alertan sobre esta práctica.
1) El blog del diario El País, titulado África no es un país, tiene un encabezado brillante:
“Salvo por el nombre geográfico, África no existe”, decía R. Kapucinski. Y sí, desde Europa, simplificamos su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas… África heterogénea y rica contada desde allí y desde aquí.
2) El gran economista del desarrollo Peter T. Bauer, que no se refería específicamente a África, pero sí a lo que en su época se conocía como Tercer Mundo:
it is hardly sensible to lump together and average the incomes of the very different societies of the Third World or South, which comprise some two-thirds of mankind… It is both misleading and condescending to treat the richly varied humanity of the majority of mankind as if it were much of a muchness, or an undifferentiated uniform stagnant mass
3) El también gran Hans Rosling (copio de una entrada que ya escribí):
Muestra cómo a partir de 1960 se va reduciendo rápidamente el número de muertes de niños en Congo, Ghana y Kenya. En los 80s en Congo se para esta evolución positiva y se estanca. A principios de los 90s en Kenya se revierte la tendencia positiva, pero en la segunda mitad de siglo la mortalidad infantil cae muy rápidamente junto con Ghana.
Concluye que no tiene sentido hacer una media entre el progreso nulo del Congo en las últimas décadas y el progreso rápido e intenso de Kenya y Ghana. “Time has come to stop thinking about Subsaharian Africa as one place. The countries are so different”. De la misma manera que no metemos en la misma cesta a economías como la sueca o la griega, tampoco se debiera hacer lo mismo con el África subsahariana, sostiene.
En fin, cierro volviéndoles a recomendar la escucha del podcast.