El dilema de los países pobres: ¿capitalismo o planificación económica?
La crisis reabre viejos debates, y estimula otros nuevos. Entre los viejos se encuentra la discusión entre mercado versus planificación como estrategia más exitosa para los países en vías de desarrollo. El destino de millones de personas puede depender parcialmente de quién gane el debate.
Como ya sucedió tras la Gran Depresión, la actual crisis económica está cuestionando muchos de los cimientos sobre los que se basa el sistema económico de los países desarrollados. Unos piden reformas profundas hacia una mayor intervención y regulaciones públicas en los mercados, mientras que otros exigen profundos cambios hacia una liberalización del sistema bancario y financiero. Ambos grupos pretenden perseguir reformas serias, pero difieren notablemente en la dirección de éstas. Ambos grupos no están contentos con el funcionamiento actual del sistema económico, y tienen diagnósticos de la misma realidad casi contradictorios.
Resumo dos artículos, uno de William Easterly, y otro de Joseph Stiglitz, donde comparten la preocupación de que el paradigma que surja de la crisis sea favorable a la planificación económica y ahogue (todavía más) a los libres mercados. Algunos países ya están aprendiendo las lecciones totalmente opuestas a las que deberían aprender.
A pesar de los pesares, Stiglitz tiene buenos puntos:
Stiglitz concluye su artículo afirmando que la crisis económica ha perjudicado más a los valores fundamentales del capitalismo democrático y la economía de mercado de lo que lo ha podido hacer cualquier régimen totalitario.
Esto me suena mucho a lo que dice Mises de los ciclos económicos en La Acción Humana como un factor que conduce a un mayor anticapitalismo de las masas.
No sería del todo inverosímil que el “camino de servidumbre” del que nos advirtió Friedrich Hayek, allá por los años 40, esté empedrado de regímenes democráticos con talante y buenas intenciones; y encabezado por lobos rapaces disfrazados de ovejas inofensivas que persiguen nuestro bienestar.