
La (desconocida) austeridad de EEUU: menos gasto y menos déficit
Hemos explicado anteriormente que el déficit público de EEUU se está reduciendo significativamente desde que el Tea Party consiguió endurecer la postura fiscal del Partido Republicano, allá por 2010:
En términos de gasto, los presupuestos se han reducido en casi 100.000 millones, hecho sin precedentes desde los compases posteriores a la Guerra de Corea:
¿Dónde se producen los ajustes? En esencia, cae el gasto en educación, defensa y personal. Eso sí: este periodo de austeridad coincide con una tenue recuperación del crecimiento y el empleo, por lo que el miedo a una contracción económica parece infundado. Por eso, conviene adoptar un plan de ajuste presupuestario mucho más agresivo, valorado en casi 400.000 millones:
- Fin de los subsidios a las explotaciones agrícolas: 30.000 millones de dólares.
- Recorte del 33% en los subsidios a las plantaciones agrícolas: 36.500 millones de dólares.
- Fin de los fondos de desarrollo rural: 3.500 millones de dólares.
- Fin de los subsidios a las telecomunicaciones: 1.500 millones de dólares.
- Fin de los fondos de “desarrollo económico”: 500 millones de dólares.
- Reforma del gasto en defensa: 128.000 millones de dólares.
- Fin de las duplicidades en materia de educación: 103.300 millones de dólares.
- Fin de los subsidios al desarrollo de tecnología automovilística: 1.100 millones de dólares.
- Fin de los subsidios a los gobiernos locales: 7.200 millones de dólares.
- Fin de los subsidios al alquiler: 29.000 millones de dólares.
- Fin de los fondos para el “desarrollo de comunidades”: 11.200 millones de dólares.
- Fin de los subsidios para el desarrollo de viviendas públicas: 6.600 millones de dólares.
- Fin de la financiación federal para compra de vivienda: 11.300 millones de dólares.
- Privatización del servicio de empleo y formación: 3.600 millones de dólares.
- Privatización de las agencias de entrenamiento laboral para jóvenes (“Job Corps”): 1.800 millones de dólares.
- Reforma del gasto en “ayuda al desarrollo” (con reducción presupuestaria del 25%): 6.150 millones de dólares.
- Reducción salarial del 5% para empleados federales: 15.300 millones de dólares.
Además, estas medidas podrían complementarse con estas decisiones tributarias enfocadas a reducir los impuestos:
- A partir de un determinado mínimo exento, implantar un impuesto de tipo único del 28% (“flat tax”) que fusionaría de un plumazo el Impuesto sobre la Renta y las Cotizaciones Sociales pero recaudaría lo mismo.
- Aprobar una rebaja del Impuesto de Sociedades del 39% al 14%, mantendría la recaudación tributaria. Eliminando deducciones, el tajo podría ser aún mayor.
- Instaurar un impuesto reducido del 5% para la repatriación de beneficios obtenidos en el extranjero, lo que generaría una recaudación de 36.000 millones y permitiría una entrada masiva de capitales que hoy se mantienen fuera del país debido a la alta fiscalidad vigente.
contrasta con las políticas de austeridad que sí ha adoptado EEUU. Los expliqué en Libre Mercado del siguiente
plan debería aplicarse a lo largo de dos legislaturas. Pueden leer mi propuesta alternativa aquí. Share
hablado de este tema aquí, aquí y aquí. Ahora lo vemos en las páginas de opinión del City AM, donde Allistair Heath
VILLAHERMOSA, Tab. (apro).- Petróleos Mexicanos pierde alrededor de 650 mil dólares diarios por la fuga de gas en el pozo Terra 123 que sigue sin control. Esto se suma a los 7 millones de dólares que costó la torre de perforación que colapsó por el fuego la madrugada del miércoles.
las cosas, lo cierto es que los presupuestos se han reducido en casi 100.000 millones desde que el Tea Party condicionó la agenda económica de Obama. Semejante ejercicio de austeridad
reformas, se sitúa muy por encima p los niveles precrisis, tan sólo superado por EEUU -que está reduciendo p forma sustancial el déficit público, pese a todo-, España e Italia, reticentes a realizar ajustes y liberalizar sus economías, se
reformas, se sitúa muy por encima de los niveles precrisis, tan sólo superado por EEUU -que estáreduciendo de forma sustancial el déficit público, pese a todo-, España e Italia, reticentes a realizar ajustes y liberalizar sus economías, se