En “Su Vivienda” (El Mundo) del viernes 10 de junio, el arquitecto Francisco Burgos, al respecto de la vivienda protegida, opina lo siguiente:
“El alquiler debería ser la solución para la vivienda pública en general.”
“Estoy en contra de que se destinen enormes cantidades de recursos públicos para personas que necesitan esa vivienda sólo para una parte de su vida.”
“La vivienda pública debe estar destinada a las personas que la necesitan durante el tiempo que la necesitan.”
También en El Mundo y en la sección de vivienda, pero en este caso accesible desde la web: “Miles de familias ricas viven en pisos protegidos”. Este artículo, de diciembre del año pasado, nos cuenta como en Francia casi 400.000 familias de alto poder adquisitivo residen en viviendas sociales. Lógicamente, no eran ricos cuando accedieron a estas viviendas: han progresado económicamente desde entonces, lo cual no es óbice para que sigan utilizando estas viviendas en alquiler sine die.
Por último, os transcribo la primera frase del artículo 47 de la Constitución española: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada.”
Este artículo suele interpretarse desde dos enfoques distintos: el primero, desde una posición colectivista o socialista, interpreta que se trata del reconocimiento de un derecho real y efectivo a tener una vivienda. El segundo enfoque, de corte liberal, entiende que lo que la CE está reconociendo es el derecho que tienen los ciudadanos a que los poderes públicos garanticen, desde la igualdad de oportunidades y del respeto de la propiedad privada, que las viviendas que el mercado ofrezca sean dignas y adecuadas.
Sea cual sea la interpretación que hagamos, de lo que no cabe duda es de que la CE habla de disfrute, no de propiedad.
Y una reflexión: ¿Qué os parecería que el Gobierno obligara a Seat a que el 40% de la producción del Seat Toledo se tuviera que vender a 3.000 euros la unidad? Lógicamente, al verse obligados a vender por debajo de coste, el restante 60% debería venderse a un precio más elevado para cubrir las pérdidas acumuladas en los “coches sociales”. (Suponiendo que los pudiera vender a ese nuevo precio: es posible que con el sobrecoste asumido las ventas de “coches libres” se resintieran poniendo en riesgo la supervivencia de la empresa).
Espero vuestros comentarios y mañana os daré mi opinión. Buen lunes.