No es país para treintañeros: la reforma que apuntilla a los inmobiliarios
Coincidiendo con la aprobación de la Reforma Laboral, El País publicaba el domingo un estremecedor reportaje firmado por Carmen Pérez-Lanzac, “Atrapados en el norte”, que relata las penurias de los españoles que han salido a probar suerte fuera de nuestras fronteras. Programas como “Españoles en el Mundo” (o sus versiones autonómicas, como “Madrileños por el Mundo”) nos relatan todas las semanas las maravillas de esos paraísos perdidos, exóticos y lejanos. (Yo mismo, hace unos meses, me puse a buscar como loco en Internet cómo y con qué requisitos podía irse uno a trabajar a Nueva Zelanda, tras ver uno de esos programas).
Sabemos que la crisis está por todas partes, pero los índices de paro no tienen nada que ver con los nuestros… ni siquiera en la quebrada Grecia. Así, cuando vemos a nuestros compatriotas disfrutando de una vida feliz y próspera fuera de nuestras fronteras, en su particular Wisteria Lane, se nos hacen los ojos chirivitas. Y algunos salimos en busca de “El Dorado”. El reportaje de Pérez-Lanzac cuenta las desventuras de los que quedaron seducidos por la calidad de vida de la gélida ciudad noruega de Bergen.
El reportaje incluye algunos datos muy interesantes:
- Se mencionan a siete españoles recién llegados.
- Sus edades son 34, 35, 37, 44, 45, 47 y 55 años.
- Su experiencia laboral está en los sectores de la construcción (albañiles) –la mayoría-, hostelería (camareros) y fábricas (operarios).
- Un portavoz de la oficina de empleo local hace el retrato-robot de los españoles que andan por allí: “La mayoría tienen entre 25 y 40 años y no disponen de estudios elevados. Están preparados en la construcción o en hostelería, pero no hablan idiomas. Es difícil”.
Vayamos ahora con la Reforma Laboral recién aprobada. No seré yo quien mejor pueda explicar los detalles de la misma, pero si quieren profundizar les invito a visitar a mi vecino de blog, Angel Martín Oro, que ha publicado un post que compendia algunas de las mejores reflexiones al respecto, a la que añadiría este artículo del siempre interesante Jesús Cacho.
En términos generales, la Reforma me ha decepcionado por muchas y variadas razones. Es confusa e insuficiente, equidistante y apaciguadora, con los mismos perdedores –los parados y las pequeñas empresas-, y ganadores –sindicatos, ocupados, y grandes empresas- que de una reforma zapateril hubieran resultado. Pero en este post quiero llamar la atención sólo sobre un aspecto: los incentivos fiscales a la contratación. El Gobierno, absolutamente miope en este asunto –o tal vez influido por electoralismo de corto plazo, por miedo a los jóvenes “quinceemeros” o por presiones de váyase a saber quién- ha decidido subvencionar la contratación de todos excepto la de los que se sitúan en el tramo de edad comprendido entre los 30 y los 45. ¿Cómo es posible tamaño disparate?
Desde que empezó la crisis en España hay alrededor de tres millones y medio de nuevos parados. Según palabras de la exministra Salgado, el 70% de éstos provienen de la construcción y sectores relacionados. Unos dos millones y medio. La inmensa mayoría de estos parados –si no la totalidad- tienen entre 30 y 50 años. La inmensa mayoría de estos parados –si no la totalidad- tiene una hipoteca. La inmensa mayoría de estos parados –si no la totalidad- tiene familia a su cargo. La inmensa mayoría de estos parados –si no la totalidad- tiene baja cualificación profesional. La inmensa mayoría de los parados de larga duración –si no la totalidad- pertenecen a esta horquilla de edad. Pues bien, estas personas, las más afectadas por la crisis, no son merecedoras de incentivos a la contratación. De hecho han quedado arrinconadas por el paso adelante que supone el estímulo fiscal para la contratación del resto.
Muchos dirán que el paro juvenil es insostenible etc., etc., y es verdad. Pero, ¿tienen los jóvenes cargas familiares? No. ¿E hipotecas? Tampoco. ¿Y ataduras para buscarse la vida? Las de sus propios prejuicios y comodidades.
Los mayores de 50 años lo tienen muy crudo para encontrar trabajo, es cierto. Sin embargo, una amplia mayoría de ellos ya tiene los hijos criados, sus hipotecas pagadas y, en no pocas ocasiones, una amplia vida laboral cotizada.
El artículo de Pérez-Lanzac es revelador. Los más desesperados, los de treinta y cuarenta. Las víctimas de la burbuja de crédito y del boom inmobiliario.
Al igual que para los actores de cine mudo el mundo se acabó al llegar el sonoro –como retrata la fantástica “The Artist”-; al igual que para los cómicos ambulantes no había trabajo en el pujante cine –como ilustra la no menos genial y española “El viaje a ninguna parte”- los desheredados de la crisis inmobiliaria no contamos para nadie.
Haced las maletas, chicos: viajemos a ninguna parte.
Te sigo desde hace tiempo, pero mi nivel me impide participar más. Sólo quiero escribir para decir que, como miembro de la generación de Zp, y de la que en su día dió mayoría absolutísima a Felipe ("el cambio es que España funcione", decía, cuando queria decir "que España se funcionarice"), quiero disculparme con la gente de vuestra generación y con los -pocos- que vienen después La nuestra es un generación-tapón que no ha sabido ni conservar lo que nos dejaron nuestros padres ni crear nada para los que venís detrás. Sólo deuda y más deuda. Merecido tenemos si cuando nos jubilemos nos queda una pensión de m...y unos servicios igual.
Participa todo lo que quieras, aquí no se exige ningún mínimo (faltaría más). Y tampoco te sientas culpable, todos hemos contribuido al desastre. Lo que echo de menos es más contundencia en los que nos gobiernan: con una mayoría absoluta y con cuatro años por delante no deberían tener miedo. Saludos
Eres la primera persona que nos comprende a los treintañeros, nadie se acuerda de nosotros. Tengo ingeniería, nivel alto de inglés, una experiencia por varios paises, no me considero acomodado, pero cometi el error de hace pocos años de cambiarme a otra multinacional con mejores sueldos. El problema de esta fábrica y ese fue mi error, que es una fábrica(que no empresa) "familiar" como muchas de las grandes de España, cuando quiero decir familiar no es que sea pequeña, ni que lo gestione el dueño, no, ni que sea española, por familiar se entiende que el director mete a la mujer, a la cuñada, a el cuñado, a los del pueblo, primos... el encargado al hijo, al sobrino, los puestos se heredan de padres a hijos, los sindicatos están nada más para defender este roll y a los familiares que por supuesto también meten. Así cuando alguien viene de fuera sin querer meterse en esa guerra, pues pasa lo que pasa, que uno acaba en la calle para poder meter al hijo de un encargado que sino estaría en el paro, porque la fábrica ya no da para meter más gente y ahora es las gallinas que entran por las que salen. ¡QUE ASCO DE PAIS!. Esto sólo pasa en paises como España, Grecía, Italia y así nos va. El enchufismo en las grandes empresas es mucho mayor que la administración pública que ya es decir.
Me llama la atención tu caso, pues en una empresa donde dueño y gestor coinciden es muy habitual, pero no tanto cuando la empresa, como dices, pertenece a un grupo multinacional. Saludos y ánimo.
Cuando hay que hacer sacrificios siempre se mira a los adultos entre 30-45 años, pero una cosa es tener capacidad de superación y otra es que sea suficiente para enfrentarse a una hipoteca por encima del valor de mercado, un mercado laboral donde eres marginado y unos hijos a los que mantener. Vamos a ver auténticos dramas y todo porque es impopular reconocer que gran parte de los beneficiados de la burbuja de crédito son mayores de 50 años. Le agradezco que se haya mojado en un tema tan incómodo.
Cuando biene gente de fuera (paises civilizados, en los que el paro no llega al 5%) se quedan alucinados de como es posible que se repitan tantos "apellidos", los hijos estudian lo que les dicen los padres para luego en un momento dado "echarles el curriculum". Pero no creas que lo que te cuento un caso único, en fábricas con muchos años de antiguedad que coinciden dos generaciones casi pasa en todas, por toda España. En este pais un triste peón en cualquiera de estas fábricas puede llegar a ganar el doble si esta varios turnos que un ingeniero en cualquier empresa nueva, así que los hijos de trabajadores no se arriesgan, es mejor estar bien arropado. Los "examenes" para entrar se falsifican, para dar imagen de transparencia. Gente sin saber una palabra de inglés, pasa el examen como bilingue, y total para ser encargado en la practica da lo mismo. Estas empresas en las que un peón gana más que un ingeniero en un estudio, creo que tienen los días contados, la competencia con China y la Europa del Este hace que desaparezcan a pasos agigantados.
Subvencionar el trabajo a los jóvenes es un disparate. Son quienes estás en mejores condiciones para competir. Si no compiten, si no rinden de jóvenes ¿cuándo entonces?
Coincido mas o menos en tido, matiz arriba o abajo, excepto en el grupo de favorecidos x esta reforma. Quitaría a los ocupados dl grupo (si se refiere solo a los asalariados) ya q los derechos los pierde este colectivo también al abaratar su despido y cambiando las condiciones dl juego en gral. Saludos y felicitaciones.