Agencias de rating: La banca recibe la misma medicina que aplicó a promotores
En “Adiós, ladrillo, adiós” cuento como, al llegar la crisis, las tasadoras cambiaron de criterio de un día para otro. Especialmente las vinculadas a los bancos y cajas. Antes de las vacaciones de verano de 2007 tenía una operación de suelo cerrada. Si comprador y vendedor no firmaron fue más por pereza que por desavenencia: “Lo dejamos para septiembre, sin prisas”. A la vuelta nos reunimos en una histórica bodega de la Ribera del Duero para sellar con una comida y un buen vino la compraventa que tendría lugar una semana después. Pero un día antes de la firma, el comprador me llamó alarmado: “José Luis, ¡que la caja me dice que la tasación no da!”. “No puede ser”, contesté, “se habrán equivocado, les faltará algún documento…”.
No les faltaba nada. Lo que sí le faltaba, a la caja, era dinero. El flujo de capitales se había cortado. Y las tasadoras, meras correas de transmisión de las entidades, asumieron el papel de ‘polis malos’ frente a los promotores. Y así fue como comenzó el desmoronamiento del castillo de naipes. Durante 2008 era habitual escuchar a los promotores despotricar contra las tasadoras y las empresas de valoración. Fui testigo de innumerables conversaciones entre unos y otros en las que los primeros trataban de negociar/presionar a los segundos en las actualizaciones de los valores de sus activos. No daban crédito a lo que les estaba pasando: “¡Pero si hace seis meses este terreno lo valorabas en 100! ¿Cómo vas a bajármelo a 70?”. Y la cosa no había hecho más que empezar.
En este país, tan dado a la ocultación, es casi imposible encontrar artículos o blogs donde se critique el papel de las tasadoras durante el boom o el pinchazo. Sin embargo su papel fue y sigue siendo similar al de las agencias de calificación, tan criticadas estos días. En el fondo, su razón de ser es la misma: procurar confort y justificación al comprador y al financiador. Por eso, cuando las cosas van mal y los valores caen, en uno y otro caso la queja es similar: “¡Pero si Tinsa/S&P dijo que este activo valía tanto!”. Pero, ¿quién tomó la decisión?
Cuando las cosas van bien, extraordinariamente bien, nos olvidamos de los riesgos. Siguen estando ahí, pero los infravaloramos. Los que trabajan en las agencias de calificación y en las tasadoras son personas y, como tales, se dejan llevar también por la corriente. De igual modo, cuando se tuercen o hay pánico, sucede justamente lo contrario.
En 2008, cuando lo de las subprime, el argumento que se utilizaba para criticar a las agencias de calificación era que “cobraban de los mismos a quienes calificaban” y, claro, eso ponía en entredicho su papel. Entonces se pedió una agencia “pública”.
Ahora ocurre justo lo contrario, están “castigando” a sus clientes: Estados y bancos. Y los afectados se quejan amargamente y critican sus decisiones. Está sucediendo lo mismo que pasó con las tasadoras pero a una escala mucho mayor. Y eso que reciben presiones de los clientes: ¿cómo se justifica si no, que España, con los CDS en 300 puntos, tenga calificación AA mientras que Turquía, por debajo de 200, sólo sea BB?
Total, que la banca está recibiendo la misma medicina que aplicó a los promotores. ¿Y cómo pretenden solucionar su problema? Creando una agencia que les diga lo que quieren escuchar. O sea, una tasadora al uso. ¿Y qué credibilidad tendrá? Ninguna. Y, curiosamente, ya se han olvidado de que cobran de los mismos a los que castigan. Ahora, tiramos de nacionalismo rancio y de conspiración sionista: esos americanos en connivencia con los judíos que se quieren cargar Europa… Cualquier cosa antes que reconocer nuestros propios errores.
Una vez más hay que felicitarte por la interesante reflexión. Echarle la culpa de lo que pasa en la economía a las agencias de calificación es como echarle la culpa a la cinta métrica de que la puerta del garaje es demasiado pequeña para la furgoneta. Las agencias de calificación aplican a todos los mismos protocolos para hacer sus cálculos, que además son públicos. Son la cinta métrica. ¿Infalibles? No, lo hacen en condiciones de mercado y economía en constante movimiento y como todo lo humano aciertan también como yerran. Pero están donde están por que llevan años demostrando ser el patrón más constante y fiable. ¿Agencia de calificación Europea o estatal? Bienvenida sea. Para ganar alguna credibilidad tendrá que ser justa. Si esperan que les diga que, por ejemplo, la economía griega está bien van a demostrar que son cortos de entendederas. Si lo que piensan es amañar la percepción de la realidad van a demostrar que nos timan. Si se puede establecer una comparación o paralelismo con las tasadoras… No se, pero confío en tu opinión. Lo que se ha puesto en evidencia es que bancos, promotores, políticos, ciudadanos, inmobiliarias, inversores y compradores quisieron ver la realidad de un solo color, rosa. Ignoraron el resto de la paleta hasta que la realidad los hizo abrumadoramente evidentes. ¿Qué creo que prueba lo que mantengo? La falta de madurez colectiva e individual en aceptar responsabilidades. El buscar excusas y culpables para exculparse ahora que es difícil de ignorar la realidad y seguir engañándose. Es curioso como la ciudadanía y administradores de los países con más problemas son también los que los reconocen más a disgusto y rechazan más airadamente las dolorosas soluciones.
"...Ahora ocurre justo lo contrario, están “castigando” a sus clientes..." y "..Y, curiosamente, ya se han olvidado de que cobran de los mismos a los que castigan. Ahora, tiramos de nacionalismo rancio y de conspiración sionista: esos americanos en connivencia con los judíos que se quieren cargar Europa…" ¿Podría ampliar estos puntos? ¿Se refiere a que Usa está apartando la vista de sus propios enormes problemas manipulando los ratings de europa? Por que lo que si está clarisimo es que ni tasadoras (pagadas por bancos), ni agencias (estado USA) son independientes o honrradas.. siguen manipuladas a tope¡¡ recordemos el salto de 4 puestos del bono portugués de la semana pasada..
Como dicen en Aragón: entre todos la sostenían pero ella sola se cayó. En otras palabras, la victoria tiene mil padres, la derrota ninguno. Estoy seguro de que en esta catástrofe no hay inocentes, ni uno. Ni tasadores, ni bancos; ni inmobiliarias, ni constructoras; ni Zapatero, ni Aznar; ni ayuntamientos corruptos ni tribunales prevaricadores, ni vendedores avariciosos ni compradores desahogados. Nadie. Hace ocho años este humilde servidor ya sabía lo que iba a suceder y lo dije en LD en varias ocasiones. Puro sentido común. Pero como le dije a uno de los más importantes constructores de Madrid, actualmente con serios problemas: "tengamos cuidado: la codicia ciega, atonta". Hoy me da la razón, pero no me consuela. El problema es que también yo he acabado con el agua al cuello, aunque ni me equivocara, ni me lucrara un céntimo con la burbuja, ni tuviera arte ni parte en esta locura. El puñetero tsunami.
la crisis subprime fue en verano de 2007, y no en 2008.
El tiempo nos dejará ver con perspectiva lo que está pasando ahora: yo no soy un experto en el mundo financiero y mi opinión no tiene en este sentido mucho valor. Lo que sí te puedo decir es que llevamos desde mayo del año pasado flirteando con el abismo. Como en el cuento del lobo, nos habíamos acostumbrado a la situación hasta el punto de despreciar el riesgo. Y la paciencia se ha terminado. No sé lo que pasa en Portugal u otros países periféricos, precisamente por eso pongo un link al final del post con un artículo de M. Llamas donde explica brillantemente por qué Portugal sí es carne de cañón. Por otro lado, no creo que a nadie le interese una caída de Europa a gran escala (España, Italia, Bélgica,...) pues generaría una crisis descomunal a nivel global. Cuando la cosa se puso fea el año pasado, trascendió que Obama, Merkel y hasta el chino se habían puesto en contacto con Zapatero para "reconducirlo". ¿Es coherente esta actitud con un "ataque" contra los PIIGS? Tampoco a GB le interesa el escenario: su economía vive de nosotros; sus bancos están tan metidos en el lío como los nuestros. Lo que quiero resaltar en este post es cómo tendemos a buscar argumentos para justificar las actuaciones de los demás, llegando incluso a contradecirnos, cuando lo más importante es que la decisión la toma el que compra o el que vende, no el que opina. Y que siempre estamos tratando de responsabilizar a otros por nuestros errores. Dicho esto, nada es absolutamente objetivo e independiente. Y nunca lo será. Pero es que en la vida hay que contar con ello. Las tasadoras cometieron mil tropelías durante el boom pero, ¿es que los promotores no lo sabían? ¿es que el comprador de piso no lo sabía? Todos lo sabíamos pero nos convenía. ¿Alguien denunció algo hasta que se dio la vuelta el mercado? Yo no tengo constancia. Un abrazo