Los últimos indicadores privados -los datos públicos siguen ocultos- sobre el volumen del colectivo de fijos discontinuos inactivos (parados) hablan de más de 700,000 personas. Una cantidad más que suficiente para inutilizar cualquier análisis riguroso sobre el mercado laboral. Y es que esa ha sido la principal trampa usada a lo largo de todo este tiempo para adulterar las estadísticas laborales por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y su vicepresidenta Yolanda Díaz.
Pero hay datos que desmontan de un plumazo ese decorado estadístico. Uno de ellos acaba de quedar en evidencia: las bases de cotización de los fijos discontinuos. Y es que estas bases se han desinflado hasta ser ya inferiores a las de 2021, aún en periodo COVID.
Los datos han sido recabados por el departamento de estudios del sindicato USO en base a la información oficial del propio Ministerio de Trabajo. "La base de cotización nos indica el salario bruto anual en 12 mensualidades. Vamos a ver cómo han evolucionado las bases medias de cotización y los "efectos colaterales" que se han producido en la contratación de los fijos discontinuos", señala USO.
Para ello, el sindicato simplemente compara las bases de cotización "existentes en diciembre de 2021 (publicada la reforma, pero sin entrada en vigor) y las que se han producido en el mismo mes de 2023 (último dato publicado por la tesorería de la Seguridad Social)". Y el resultado hace saltar por los aires el decorado montado por Yolanda Díaz: "Mientras las bases de cotización de los contratos indefinidos se han incrementado (por debajo del IPC) -en un 4,2% cuando se trata de contratos a tiempo completo y solo en un 0,5% cuando lo son a tiempo parcial", lo cierto es que "las bases de cotización de los contratos fijos discontinuos han disminuido con respecto a 2021: los realizados a tiempo completo en un 3,4% y los realizados a tiempo parcial lo hacen en un 9,3% (51€ y 74€ respectivamente)".
Porque lo cierto es que se están desinflando hasta ese tipo de contratos. "Sin embargo, los contratos temporales, cuya aplicación disminuye, son los que experimentan un mayor incremento de las bases de cotización, más de 300€, alcanzando los 367€ cuando son a tiempo completo: el doble del incremento que experimentan los indefinidos". Dicho de otra manera: vuelve a crecer la contratación, al menos en horas trabajadas, de los modelos de contrato temporal, pese al ataque del Gobierno.
Y eso que, con los datos recabados hasta el mes de marzo, otro informe del sindicato independiente USO, denunciaba ya que se habían registrado 651,243 fijos discontinuos inactivos, lo que, comparado con marzo de 2022 (196,989), supondría un incremento del 230%, es decir, multiplicar por más de 3 el volumen de falsos trabajadores fijos discontinuos.
Y, todo ello, mientras España ya es el segundo país de la UE donde resulta más caro crear empleo. Y donde sus publicitadas subidas del SMI han generado una pérdida de 321,987 empleos, como acaba de calcular la consultora Freemarket. Porque, como sostiene la misma firma, las últimas reformas han mandado la productividad española a niveles previos a 1996.
El informe de Freemarket explicaba lo ocurrido en este periodo socialista-comunista: "El Gobierno asumió el objetivo de situar el salario mínimo interprofesional (SMI) en el 60% de la renta mediana nacional al final de la legislatura. Dicho objetivo se alcanzó en 2022. Sin embargo, a pesar de ello, el SMI continuó creciendo en 2023 y lo hará de nuevo en 2024. En 6 años se ha incrementado en un 54,19%. La mayor subida fue la realizada en enero de 2019, un 22,3% —el mayor de la historia en un solo año—".