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Las claves de la reunión de Jackson Hole y por qué abre la puerta a nuevas subidas de tipos

Tanto la FED como el BCE avanzan que aún queda mucho camino por recorrer para ganar la batalla a la inflación. Los tipos de interés seguirán altos.

Tanto la FED como el BCE avanzan que aún queda mucho camino por recorrer para ganar la batalla a la inflación. Los tipos de interés seguirán altos.
El presidente de la FED, Jerome Powell, y del BCE, Christine Lagarde. | Alamy/LM

La tradicional reunión anual de banqueros centrales que tuvo lugar el pasado viernes en Jackson Hole, en Wyoming (EEUU), fue seguida con atención por los mercados para tratar de vislumbrar el siguiente movimiento de los tipos de interés, especialmente en EEUU y en Europa.

Y aunque el presidente de la Reserva Federal de EEEUU (FED), Jerome Powell, y su homóloga en el Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, no aclararon si subirán o no de nuevos los tipos de interés en septiembre, lo cierto es que dejaron la puerta abierta a nuevos incrementos. Y eso ya es mucho, puesto que arroja un escenario en el que los tipos se mantendrán altos, sin descartar incluso nuevas subidas, durante los próximos meses.

Los bancos centrales se han visto obligados a subir los tipos de interés para tratar de reducir la elevada inflación registrada a uno y otro lado del Atlántico en los últimos trimestres. Y si bien la escalada de precios se ha moderado, todavía no han alcanzado el objetivo previsto, consistente en lograr una tasa media anual del 2%. El gran debate ahora consiste en no pasarse de frenada. Es decir, en si la FED y el BCE serán capaces de controlar la inflación sin dañar en exceso el crecimiento económico, hasta el punto de caer en la recesión.

La lectura que se extrae de Jackson Hole es que todavía queda margen para mantener e incluso subir los tipos de interés a fin de reducir los precios. Mantener o elevar de nuevo los tipos, esa es la cuestión a día de hoy. Todo dependerá de los datos concretos que arrojen las economías de EEUU y la UE durante las próximas semanas. Tal y como sentenció Powell durante su discurso, "navegamos siguiendo estrellas que se encuentran sobre un cielo que está nublado".

El presidente de la FED dejó claro que su principal misión es "reducir la inflación hasta nuestro objetivo del 2% y lo haremos". Pese a los avances registrados, todavía no se ha conseguido. En apenas 16 meses, la Reserva Federal ha disparado los tipos de interés desde casi el 0% hasta el 5,5% actual, su nivel más alto desde enero de 2001, tras una de las subidas más fuertes y rápidas registrada desde los años 80.

Como resultado, la inflación ha bajado del 9,1% en junio de 2022 hasta el 3,2% el pasado julio. Y la subyacente -excluyendo energía y alimentos no elaborados-, que es la que importa en última instancia, ha bajado del máximo del 5,4% alcanzado en febrero de 2022 al 4,3% del pasado julio.

Los mensajes de Powell

Pero no es suficiente. En este sentido, Powell advirtió que la inflación sigue siendo "demasiado alta" y que "dos meses de buenos datos son sólo el comienzo de lo que se necesitará para generar confianza en que la inflación está bajando de manera sostenible hacia nuestra meta". Por ello, "estamos dispuestos a seguir subiendo los tipos si resulta oportuno, y tenemos la intención de mantener la política monetaria en un nivel restrictivo hasta que estemos seguros de que la inflación desciende de forma sostenible hacia nuestro objetivo".

Además, el responsable de la FED explicó que para alcanzar ese objetivo del 2% el PIB de EEUU debería frenarse aún más para crecer por debajo de la tendencia media, al tiempo que se debilita el mercado laboral. Y la clave aquí es que, por el momento, la economía norteamericana "no se está enfriando" como se esperaba. No hay recesión a la vista y la fortaleza del mercado laboral, junto con los datos de consumo y actividad, se mantienen sólidos, apuntando todavía crecimiento.

Un crecimiento superior al previsto podría poner en riesgo la tendencia a la baja de la inflación y, por tanto, justificaría "un mayor endurecimiento de la política monetaria", según avanzó Powell. En definitiva, "aún queda camino por recorrer", concluyó. La FED mantendrá los tipos altos e incluso aplicará nuevas subidas en caso de que la inflación subyacente o el PIB de EEUU se resistan a frenar. El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la FED, el órgano que fija la política monetaria estadounidense, tiene previsto volver a reunirse los días 19 y 20 de septiembre.

El objetivo de Lagarde

Por su parte, la situación de la zona euro es algo diferente. La inflación ha bajado del entorno del 10% de finales de 2022 al 5,3% en julio, pero la subyacente se resiste, manteniéndose en el 5,5% interanual, frente al máximo del 5,7% registrado en marzo.

Y la economía europea, sin embargo, ya muestra claros signos de contracción. La actividad del sector privado de la zona euro apunta una caída del PIB del 0,2% en el tercer trimestre, según reflejan los datos adelantados del índice de gestores de compra (PMI), correspondientes al mes de agosto.

Lagarde destacó durante su discurso que, pese a los avances, "la lucha contra la inflación aún no está ganada" y, por ello, mantendrá los tipos altos "durante el tiempo que sea necesario" para que la inflación baje al objetivo de medio plazo del 2%.

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