El legendario economista Arthur B. Laffer sigue al pie del cañón. A sus 82 años, el Washington Post le acaba de dedicar un reportaje en el que el gurú de las políticas de oferta hace balance de la actualidad económica estadounidense y se refiere también a los principios básicos de su escuela de pensamiento, célebre por promover menos impuestos y mejor regulación como palancas para el crecimiento.
Aunque Laffer explica al Washington Post que los ingresos anuales derivados de su actividad como consultor y analista rondan el millón de dólares. Su caché como orador también sigue por las nubes, a razón de 25.000 dólares por discurso. Pero quien fuera asesor de cabecera de Ronald Reagan no se limita a hacer caja, puesto que también sigue estando muy volcado en la difusión de sus ideas entre las nuevas generaciones.
En este sentido, uno de sus vídeos de divulgación más recientes ataca de raíz la estrategia redistributiva de la izquierda y advierte sobre las nefastas consecuencias que tiene este tipo de política económica. Laffer sintetiza el problema del siguiente modo:
En esencia, la redistribución toma dinero de aquel que tiene más para dárselo a aquel que tiene menos. Cuando tomas dinero de alguien que tiene más, reduces el incentivo que tiene esa persona para seguir trabajando y produciendo como venía haciendo hasta entonces. Y cuando le das ese dinero a alguien que tiene menos, reduces el incentivo que tiene esa persona para trabajar más y mejorar sus ingresos por sí mismo. Por eso, la producción económica total se acaba resistiendo. Cuanto más renta se redistribuye en una economía, más grande será la caída en la producción total de esa economía. En nombre del igualitarismo, se acaban destruyendo los incentivos para la producción de bienes y servicios.
Pues bien, a nadie escapa que el gobierno de España está haciendo exactamente lo contrario - y los resultados son precisamente los que avanza Laffer en su reflexión contra la redistribución. Según los datos divulgados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, solo en 2022 se han aprobado una serie de ayudas, subsidios y bonos valorados en 45.000 millones de euros. Estos "paquetes anti-crisis" no solo no han contribuido a relanzar la economía, sino que están agravando su crisis.
Si hablamos de crecimiento, encontramos que el PIB de nuestro país está un 2% por debajo de los niveles de 2019, lo que nos sitúa a la cola de la OCDE. Si nos referimos al mercado de trabajo, resulta que los datos de empleo esconden a 441.000 personas que están en paro efectivo. En cuanto a los beneficios empresariales, lo cierto es que las ganancias registradas son un 19% más bajas que al comienzo de la legislatura. Y si hablamos de bienestar social, tanto la desigualdad como la pobreza están subiendo.
En total, 17 millones de nóminas privadas sostienen a 14 millones de nóminas públicas. Una economía sumida, pues, en la crisis de dependencia hacia la que nos conduce el abuso redistributivo del gobierno ‘sanchista’.
Queda validado, pues, el discurso lafferiano que advierte contra las políticas redistributivas y recalca la importancia de promover el crecimiento y la libertad económica como pilares para generar prosperidad y desarrollo. Y es que, lamentablemente, lo que estamos haciendo en España es exactamente lo contrario de lo que recomienda Arthur B. Laffer… y los resultados son exactamente los mismos de los que nos advierte el célebre economista estadounidense.