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Pánico en EEUU: la confianza del consumidor se hunde a mínimos desde que hay registros

El indicador que mide la confianza del consumidor alcanzó los 50,2 puntos, un dato incluso más bajo que en la crisis del 2008.

El indicador que mide la confianza del consumidor alcanzó los 50,2 puntos, un dato incluso más bajo que en la crisis del 2008.
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La economía estadounidense ofrece signos cada vez más contundentes de estar acercándose a una recesión. A este respecto, como ya analizaba Libre Mercado en el mes de abril, el deterioro de la confianza del consumidor era uno de los parámetros que estaba presagiando la llegada de un escenario recesivo en la primera economía mundial.

Ahora, una vez conocido el dato del Índice de Sentimiento del Consumidor del mes de junio, la situación parece si cabe más preocupante. Concretamente, el indicador se ubicó en 50,2 puntos, el dato más bajo desde que la Universidad de Míchigan comenzó a publicarlo 1952. La cifra, que desciende desde los 58,5 puntos de mayo, se sitúa en un nivel incluso más deprimido que durante la crisis de 2008.

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Evolución de la confianza del consumidor (arriba) y las condiciones actuales (abajo).

Asimismo, el Índice de Condiciones Actuales de la economía americana, publicado por la misma institución, arroja también el peor dato desde que hay registros, situándose en 55,4 puntos en el mes de junio.

"A lo largo de la encuesta, los consumidores señalaron fuertes preocupaciones de que la inflación siga erosionando sus ingresos, y es poco probable que los factores que citaron disminuyan pronto", reconoció Joanne Hsu, economista de la Universidad de Michigan y directora de la encuesta, en un comunicado recogido por Bloomberg.

"Si bien el gasto de los consumidores se ha mantenido sólido hasta ahora, el deterioro generalizado del sentimiento puede llevarlos a reducir el gasto y, por lo tanto, ralentizar el crecimiento económico", añadió la experta.

‘Refugio’ en la tarjeta de crédito

Paralelamente al deterioro de la confianza de los consumidores americanos, estos están tratando de mantener su grado de gasto, en la medida de lo posible, acudiendo al crédito renovable -como el de las tarjetas de crédito- cuya tasa de crecimiento se ubica en niveles históricamente altos.

A este respecto, como se observa en el siguiente gráfico facilitado en su cuenta de Twitter por el economista Jose Basagoiti, cada vez que la la confianza del consumidor ha caído mientras el consumo a crédito aumentaba, ha sido presagio de una recesión.

En Libre Mercado

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