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Pedro Muñoz Abrines

Vox se suma a la armonización fiscal de Sánchez para subir impuestos

La política tributaria de Madrid no perjudica al resto de regiones. Los datos demuestran que genera más recaudación y, esa mayor recaudación, supone más del 70% de los fondos a la solidaridad.

La política tributaria de Madrid no perjudica al resto de regiones. Los datos demuestran que genera más recaudación y, esa mayor recaudación, supone más del 70% de los fondos a la solidaridad.
La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio | Europa Press

Es de sobra conocido que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lleva tiempo planeando una subida de impuestos a los madrileños a través de lo que llama "armonización fiscal". El objetivo es suprimir o reducir de manera considerable la capacidad normativa que en la actualidad tienen las comunidades autónomas en materia tributaria, especialmente respecto al impuesto de patrimonio y de sucesiones.

En ese escenario, Isabel Díaz Ayuso supo, desde el primer momento, que había que defender la actual capacidad normativa que las comunidades tienen en materia tributaria y defender el modelo fiscal de éxito que los madrileños llevan apoyando desde hace 18 años. Por eso, impulsó desde el Gobierno el Proyecto de Ley de Defensa de la Autonomía Financiera de la Comunidad de Madrid.

Era previsible que los grupos parlamentarios de la izquierda en la Asamblea de Madrid atacasen y presentaran sus enmiendas a la totalidad al Proyecto de Ley. Lo que ha sido sorprendente -bueno, a lo mejor no tanto-, es que la Sra. Monasterio se haya sumado a la izquierda presentando la misma enmienda a la totalidad contra la norma que pretende defender que los madrileños no tengan que pagar el impuesto de patrimonio y tengan una gran bonificación en sucesiones.

Vox se suma a la armonización fiscal de Sánchez para subir impuestos a los madrileños con Rufián como socio decisorio. Una armonización que nos alejará aún más de los países más competitivos de Europa y de la OCDE donde no existe impuesto de patrimonio y en quince se ha eliminado el impuesto de sucesiones.

El Grupo de Vox en la Asamblea de Madrid ha dicho que defender el actual marco normativo en materia tributaria es "ahondar en desigualdades" y "agrava las diferencias e injusticias entre españoles". Precisamente, los mismos argumentos que usa Sánchez para justificar su subida de impuestos.

Es una falacia pensar que la capacidad normativa sobre impuestos como el de patrimonio y sucesiones, que representan tan solo el 1% de la recaudación tributaria del Estado, pueda generar desigualdades relevantes o su armonización suprimirlas. La unidad de España no significa uniformidad en materia tributaria, porque entonces se debería suprimir la capacidad que tienen los ayuntamientos para tener tipos y deducciones distintas en los tributos locales.

La política tributaria de Madrid no perjudica al resto de regiones. Los datos demuestran que la política fiscal de Madrid genera más recaudación y, esa mayor recaudación, supone que aportemos más del 70% de los fondos a la solidaridad entre regiones.

Lo que no entiende Vox o la Sra. Monasterio es que la existencia de un cierto nivel de competencia fiscal, siempre que no afecte al IVA o al impuesto de sociedades, es beneficioso para los ciudadanos. La capacidad normativa de las regiones contribuye a la moderación fiscal y, como ha señalado Dan Mitchel, uno de los mayores expertos en política tributaria, ayuda a eliminar los impuestos ideológicos. Es decir, los que le gustan a la izquierda.

La Sra. Monasterio ha dicho que "no van a colaborar para que Madrid se convierta en independentista". Esperpéntico argumento para defender sus ideas. Sin duda, en los términos que Max Weber llamaba conflicto irracional entre la "ética de los principios" y "ética de la responsabilidad". ¿De verdad se puede considerar independentista apostar por una cierta capacidad normativa que permita actuar sobre impuestos como el de patrimonio o el de sucesiones?

Nada más lejos de la realidad. El nacionalismo separatista es una ideología intervencionista que tiende a la uniformidad de todo y de todos, que suele acabar en más impuestos y en totalitarismo. La pluralidad no es un valor del separatismo y, por lo tanto, tampoco la competencia, sea económica, fiscal o política. La actual posición de ERC respecto a la capacidad normativa en materia de impuestos es un claro ejemplo. No hay nada menos nacionalista y separatista que el querer tener cierta capacidad para bajar impuestos, porque bajar impuestos es defender la libertad del ciudadano, no de los mitos históricos y territoriales.

Pero, sin duda, resulta inverosímil el escorzo que hace la Sra. Monasterio cuando al mismo tiempo dice defender y exigir la bajada de impuestos en Madrid, pero ataca y pretende acabar con la capacidad normativa en materia tributaria. Si defender la autonomía financiera es ahondar en desigualdades, la consecuencia práctica de esa autonomía, que es bajar impuestos, también supondría "ahondar en las desigualdades". No se puede defender la bajada de impuestos de una comunidad autónoma como Madrid y, al mismo, tiempo atacar precisamente el instrumento que permite tales bajadas. Sra. Monasterio, no es muy aconsejable, ni posible, soplar y sorber al mismo tiempo.

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