2022 ha comenzado poniendo en alerta a gran parte de España por la acusada falta de lluvias y las altas temperaturas, inusuales en esta época. Regiones como Madrid y Valladolid acumularon 26 días seguidos sin lluvia en enero, lo que ha provocado que las reservas de agua estén por debajo de la mitad de su capacidad. La cuenca que menos agua almacena es la del Guadalquivir, que continúa por debajo del 30% de su capacidad. En declaraciones a esRadio, Ramón García, secretario de COAG en Sevilla, asegura que "muchas comunidades todavía no saben qué agua van a tener disponible para los cultivos". Además, destaca que con "algunos de los cultivos de verano, como puede ser el girasol, los agricultores están en la disyuntiva de si plantar o no".
La sequía está generalizada en toda España aunque afecta sobre todo a la mitad sur. Algunas localidades extremeñas como Cabeza la Vaca o Montemolín ya han efectuado los primeros cortes de suministro en segundas residencias y han limitado a tres las horas dedicadas al regadío en los cultivos. Pero tampoco llueve en el norte. En Cataluña, los embalses están al 56%, y el Gobierno catalán tiene previsto declarar el nivel de prealerta por sequía en la región de Barcelona. Según Miguel Padilla, secretario general de COAG, "estamos entrando en una situación que si no se corrige con lluvia en 3 o 4 semanas, cultivos como el cereal o los frutos secos se verán afectados".
Zonas poco acostumbradas a la falta de lluvia como Asturias o Galicia temen que la sequía les lleve a la ruina. Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG- Asturias señala en esRadio que "si esto continua así ni va a haber pasto ni va a haber silo, lo que puede obligar a los ganaderos a que tengamos que comprar forraje fuera de las explotaciones, algo en este momento totalmente inasumible por la ruina de precios que tenemos por la carne y por la leche".
Desde el sector demandan que el Gobierno ponga medidas para paliar esta sequía. Juan José Álvarez, director general de Asaja, avisa de que "este es el año de la tormenta perfecta porque se están uniendo todos los factores para que la rentabilidad de las producciones cada vez sea menor". Asimismo pone de manifiesto que "el campo está agobiado y ha dicho basta". Se quejan del incremento de costes, de la reforma laboral, del aumento que está previsto del salario mínimo y de la sequía, que "es la última gota que colma el vaso".
El ministro de Agricultura, pesca y alimentación, Luis Planas, se mostró preocupado por la sequía tras el último Consejo de Ministros y anunció el regadío sostenible y la reutilización de las aguas como posibles soluciones. Por el momento, las lluvias que se esperan para el fin de semana no serán suficientes para revertir la situación de los embalses.