Iberdrola vuelve a demostrar su compromiso con Estados Unidos. La compañía participó ayer miércoles en una reunión de alto nivel con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca, siendo la única compañía europea invitada al encuentro.
Durante la reunión -a la que han también han acudido la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, y la asesora climática de la Casa Blanca, Gina McCarthy-, se han debatido las prioridades del programa de inversiones en infraestructuras eléctricas.
El encuentro se centró en los créditos fiscales para las energías limpias y los beneficios a largo plazo que aportarán a los consumidores, así como en la necesidad de construir nuevas infraestructuras de transmisión y almacenamiento para fortalecer el sistema, aumentar exponencialmente la participación de las energías limpias en el mix de generación y apoyar el despliegue de la electrificación del transporte y otros sectores de la economía.
También se celebró una reunión con la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall, y el director nacional de Ciberseguridad, Chris Inglis, que versó sobre el aumento de la colaboración entre la Administración y el sector privado para hacer frente a las amenazas de ciberseguridad a las redes e instalaciones eléctricas, activos estratégicos de la economía así como hacerla más resiliente en respuesta a fenómenos meteorológicos graves que exigen importantes picos de demanda.
El presidente Biden ha puesto de manifiesto que la construcción de infraestructuras modernas y resistentes al cambio climático es clave para su plan económico y para un futuro de energía limpia, y que empresas como Iberdrola jugarán un papel clave para construir un futuro sostenible y crear más puestos de trabajo.
La reunión se produce en un momento en el que se busca avanzar en una nueva versión de la llamada Build Back Better Act, con un gasto de 550.000 millones de dólares en energía y clima. En ella se incluyen más de 300.000 millones de dólares en créditos fiscales nuevos para la energía eólica y solar, entre otras tecnologías.
Iberdrola, líder en Estados Unidos
La historia de Iberdrola en Estados Unidos es una historia de crecimiento. En menos de dos décadas, la compañía presidida por Ignacio Galán no solo ha conseguido cotizar en la bolsa de Nueva York, sino colocarse como uno de los mayores grupos eléctricos del país, presente en 25 estados. Esto se debe a la importante apuesta que realizó hace 17 años por las energías limpias en el país, donde ya tiene instalados más de 8.000 MW, cuenta con más de 170.000 kilómetros de líneas eléctricas y gestiona ocho empresas de servicios públicos en Nueva York, Connecticut, Maine y Massachusetts, que dan servicio a una población de casi 10 millones de personas.
Iberdrola se sitúa como una de las tres mayores compañías de renovables del país, principalmente con sus nuevos proyectos en eólica marina, donde es un referente con una cartera de 4.900 MW. En EEUU invertirá más de 30.000 millones de dólares en el período 2020-2025 en redes de transporte y distribución y renovables, lo que le permitirá prácticamente duplicar su potencia renovable para 2025. Estas inversiones van encaminadas a incrementar su presencia en los sectores de la eólica marina y fotovoltaica, además de fortalecer su liderazgo en eólica terrestre.
La empresa ha sido pionera en el desarrollo del mercado eólico marino estadounidense, con inversiones de más de 10.000 millones solo en los tres parques que ya tiene en marcha. Recientemente ha iniciado la construcción de Vineyard Wind One (800 MW), el primer gran parque eólico marino del país. En diciembre, Avangrid se adjudicó un contrato para el parque eólico marino Commonwealth Wind, en Massachusetts. El proyecto de 1.232 megavatios (MW), el mayor proyecto eólico marino de Nueva Inglaterra hasta la fecha, supondrá una inversión de 4.000 millones de dólares y creará 11.000 puestos de trabajo.
La compañía es también propietaria del área de desarrollo Kitty Hawk (2.500 MW), en Carolina del Norte; ya ha iniciado el proceso de obtención de permisos BOEM para el proyecto Kitty Hawk North (800 MW), el primer proyecto que se desarrollará en esta zona y gestiona otros parques en una fase anterior de desarrollo.