El gobierno de Estonia se ha sumado a Hungría y Polonia en su rechazo al "impuesto mínimo global" que coordina la OCDE y que, en caso de aprobarse, generalizaría un "suelo" del 15% en el Impuesto de Sociedades. Así lo ha hecho saber la ministra de Finanzas del país báltico en una entrevista con la emisora de televisión EPB.
La titular de la cartera, Keit Pentus-Rosimannus, forma parte del Partido Reformista, responsable de algunas de las más importantes reformas que se han aprobado en Europa durante las últimas décadas y que han hecho de Estonia un país líder en materia de digitalización y liberalización.
En el caso específico del Impuesto de Sociedades, la declaración anual se completa seis veces más rápido que en España. Además, el tipo en vigor se aplica solamente al reparto de beneficios, de modo que las ganancias reinvertidas quedan libres de impuestos.
Según el gobierno de Estonia, el acuerdo asumido en la OCDE no es coherente con el que ha aprobado la UE. De igual modo, el país báltico considera que la legislación comunitaria no avala la creación de una tasa común como la que ahora se pretende. No solo eso, sino que el hecho de que existan otros países europeos que también recelan de la medida parece haber dado alas al gobierno estonio, que hasta ahora había hecho pronunciamientos más suaves al respecto de esta cuestión.
Por otro lado, en Estonia quieren que, en caso de que finalmente haya "armonización", Estados Unidos apruebe la reforma al mismo tiempo que la Unión Europea, puesto que temen que el presidente Joe Biden retrase la implementación de esta decisión y erija, en la práctica, una medida proteccionista en el terreno fiscal, permitiendo que las empresas multinacionales del país norteamericano se libren de pagar el nuevo "impuesto mínimo global".
Irlanda, paso atrás
No hay que olvidar que, hasta no hace mucho, Irlanda formaba parte del bloque de países miembros de la UE que se oponían al tipo mínimo del 15% que se pretende introducir. Sin embargo, el ministro de Finanzas de la isla, Pascal Donohoe, ha reconocido que su gobierno sí va a asumir la "armonización" exigida por la OCDE y por Bruselas.
Dublín ha dado este paso a regañadientes. "Vamos a perder recaudación. Hasta ahora, el tipo del 12,5% nos garantizaba la llegada de inversión extranjera que, en adelante, tendrá otros destinos. Desde 2023, creemos que los ingresos que genera Sociedades irán a menos", admitió Donohoe recientemente. El pasado año, 2021, Irlanda recaudó por este concepto 9.000 millones más que en 2019 y un 30% más que en 2020.