Socialistas y comunistas compiten entre sí por ver quién exige mayores subidas de impuestos. Así, la tradicional voracidad fiscal del PSOE pugna con el salvajismo confiscatorio de Podemos, que necesita arruinar a la sociedad para que los individuos dependan exclusivamente de las dádivas miserables de un Estado bolivarianizado. Ese es el modelo del chavismo y esos los resultados de aplicar sus medidas económicas, como saben bien los venezolanos.
Los chavistas de Podemos presentaron este lunes su proyecto de nueva fiscalidad, con el que pretenden confiscar a los contribuyentes otros 30.000 millones de euros, hachazo tremebundo para una economía depauperada como la española, que no deja de perder rueda respecto de los países más dinámicos de la Zona Euro.
Como suelen, los chavistas de Podemos dicen que lo que quieren es gravar a los ricos y las grandes empresas, dos de sus bestias negras preferidas. Pero resulta que en España no hay tantos ricos ni tantas grandes empresas y que, como siempre, serían las clases medias las que soportaran la mayor parte de esa salvajada, ideada por una casta parasitaria, enemiga del bienestar y el progreso de la sociedad.
Por su parte, la cada vez más insufrible y baqueteada Yolanda Díaz presentó su propuesta de subida del salario mínimo interprofesional, justo lo que necesita el país con la mayor tasa de paro de la Eurozona.
A todo esto, el bloque socialista del Gobierno de Sánchez ya ha apadrinado no pocas subidas de impuestos (Sociedades, IRPF, planes de pensiones, cotizaciones a la Seguridad Social...). Y es que socialistas y chavistas se complementan para dar forma a un Gobierno Frankenstein que se entiende a la perfección cuando se trata de socavar las libertades y empobrecer a la sociedad.