¿Qué le hemos hecho a Sánchez los autónomos? Pues en realidad nada; pero es que la inquina del presidente socialista hacia la España productiva no es algo personal, sino una mera cuestión de supervivencia política para un personaje que ha demostrado ser capaz de todo con tal de seguir en el poder un poco más.
El sablazo que prepara el Gobierno socialcomunista contra los que ejercemos el autoempleo es de los que marcarán época, porque no es frecuente que un sector de la economía vaya a duplicar las cargas fiscales en tan solo cuatro años, como va a ocurrir con las cotizaciones a la Seguridad Social en el segmento más nutrido del trabajo autónomo.
Pero Sánchez y sus socios demuestran su coherencia con medidas de este tipo que contradicen milimétricamente lo que hacen otros países en una misma cuestión. Son socialistas radicales y como tales se comportan. Mientras nuestros socios europeos miman el trabajo autónomo y lo protegen como un vivero de ideas empresariales que interesa fomentar, los izquierdistas españoles tratan de arruinarlo para recaudar un poco más y evitar que los trabajadores organicen la vida por su cuenta, un ejemplo nada recomendable en un régimen socialista. Porque los obreros comienzan a emanciparse y, ¿qué será lo próximo?, ¿pedir pensiones privadas? Mejor cortar de raíz y someter al yugo estatal a un sector anarquizante como el de los autónomos, que prefieren ser sus propios jefes aunque eso suponga ganar menos al mes.
Lo más ofensivo de este hachazo sin precedentes es que el ministro del ramo nos quiera evangelizar afirmando tranquilamente que los afectados estamos muy de acuerdo con que nos vacíen el bolsillo. En última instancia, razona Escrivá, el Gobierno nos destroza en el presente por nuestro bien, para que el día de mañana tengamos mejores pensiones públicas y una mayor protección social. O sea, que los tres millones de autónomos deberíamos salir a la calle a dar gracias al Gobierno por un plan que va a llevar al desempleo o a la economía sumergida a una fracción importante de un sector al que le cuesta subsistir ya en las condiciones actuales.
Pero, si se trata de desincentivar el trabajo por cuenta propia, lo mejor que pueden hacer es ilegalizarlo de una vez, en lugar de acabar con él por agotamiento, como están haciendo los sanchistas. Acabaremos igual, pero la agonía sería mucho más corta. La única posibilidad de supervivencia es que el Gobierno actual se vaya a la… calle antes de que se sustancie lo peor de este plan contra los autónomos. Solo los héroes y los más jóvenes serán capaces de aguantar cotizando en estas condiciones cuatro años más.