El Instituto Internacional de Estudios Monetarios, think tank con sede en la Universidad de Buckingham, se ha convertido en uno de los centros de estudios más solicitados del mundo a raíz de sus acertadas previsiones sobre la crisis inflacionista, que se empezó a desatar a mediados de 2021 y que, a fecha de hoy, sigue sin remitir.
Libre Mercado ya habló el pasado mes de noviembre con el director de la organización, el español Juan Castañeda, quien no dudó en advertir que el fenómeno de la inflación no es un mero episodio transitorio, como finalmente ha reconocido la FED, sino un problema muy grave que afectará al crecimiento macroeconómico durante varios años.
Pues bien, este diario ha tenido acceso al más reciente informe del Instituto Internacional de Estudios Monetarios, cuyo autor es el fundador de la entidad, Tim Congdon. Según explica el estudio, "el crecimiento de la masa monetaria (M3) en Estados Unidos llegó a ser del 26% al comienzo de la pandemia, en 2020. De hecho, en marzo de 2021, seguía siendo del 20%. Por tanto, no sorprende que el dato de inflación para el conjunto del pasado año haya alcanzado el 7%".
Congdon recalca que, a lo largo del año 2021, los datos de crecimiento de la masa monetaria han seguido siendo demasiado elevados. En el caso de la Eurozona, han oscilado entre el 5% y el 10%, de modo que seguimos moviéndonos en tasas demasiado altas que invitan a pensar que la inflación seguirá alcanzando cotas muy altas en 2022.
"La conclusión a la que llegamos es que, con estos números encima de la mesa, los precios aumentarán entre un 5% y un 10% durante los años 2022 y 2023. El riesgo de que lleguemos a inflación de doble dígito es especialmente agudo en Estados Unidos. La única forma de lograr la reducción de los precios es aminorar cuanto antes el ritmo de crecimiento de la masa monetaria, hasta tasas inferiores al 5%", explica Congdon.