El "Comité de Personas Expertas" elegido por María Jesús Montero para llevar a cabo la reforma fiscal, con la que pretende seguir subiendo los impuestos a los contribuyentes españoles, ya lleva dos dimisiones muy recientes. Una es la del Catedrático de Hacienda Pública de la Universidad del País Vasco (UPV), Ignacio Zubiri, y otra, la del Catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Oviedo, Carlos Monasterio.
Los rumores respecto a estas dimisiones han corrido como la pólvora en la prensa económica, sobre todo, teniendo en cuenta que falta poco menos de un mes para que este grupo de profesores y catedráticos publique unas conclusiones que serán determinantes en el sablazo que prepara Hacienda.
Si más de una decena de expertos llevan casi un año trabajando juntos, ¿por qué se han marchado estos dos catedráticos al final?, ¿es que las conclusiones no están siendo del agrado de Hacienda?, ¿está presionando María Jesús Montero a sus expertos para que suban más impuestos de los que ellos mismos quieren? Las dudas son muchas y las respuestas, escasas.
"Nadie se va de un sitio si está muy de acuerdo"
Carlos Monasterio no quiere entrar en polémicas. Eso sí, el profesor asegura a Libre Mercado que no tiene ningún problema con que la Secretaría de Estado de Hacienda desvele los motivos de su dimisión. "Las cartas son propiedad del que las recibe, así que, si la Secretaría de Estado de Hacienda quiere publicar los motivos que expresé en mi renuncia escrita puede hacerlo sin problema", asegura. Pero el economista es reticente a revelar él mismo estas razones, aunque da una pista: "Es evidente que nadie se va de un sitio si está muy de acuerdo con lo que se está haciendo", declara.
Lo que ha querido desmentir tajantemente Monasterio son las informaciones sobre su mala relación personal con el presidente del grupo de expertos, Jesús Ruiz-Huerta, que además es director del Laboratorio de la Fundación Alternativas, un think tank vinculado al PSOE. "Lo que se ha publicado es falso. Yo no he tenido repetidos enfrentamientos ni disputas ni choques con él. De hecho, diría que hemos tenido una relación educada y cordial, lo que no quita para que muchos hayamos dado diferentes enfoques sobre cómo abordar un tema", asegura.
Carlos Monasterio ha estado casi un año trabajando en el Libro Blanco para la reforma fiscal de Hacienda, "con reuniones que empezaron siendo quincenales y que luego pasaron a ser semanales donde poníamos todas nuestras ideas en común", cuenta. La mayoría de las reuniones se han producido por videoconferencia, pero también han tenido alguna presencial. Es chocante que abandone ahora.
El catedrático asegura estar disgustado "con las filtraciones de documentos que todavía están en estado de elaboración. Todos somos contribuyentes, por lo que el debate es necesario, pero este asunto se ha salido de madre" asegura. "Es de muy poca profesionalidad filtrar documentos que se han tratado en las reuniones, sobre todo ahora, cuando se están haciendo los cambios más importantes", añade. Monasterio ha lamentado que "un trabajo académico y profesional esté derivando polémicas de patio de colegio".
¿Qué impuestos van a subir?
Eso sí, "al final son los políticos los que deciden y es verdad que si no les gustaran las conclusiones del comité podrían guardar el documento en un cajón... aunque, en este caso, le han prometido a Bruselas que acatarían esas recomendaciones" reflexiona.
Como ya publicó Libre Mercado, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que ha enviado el Gobierno a Bruselas, con reformas que se compromete a acometer a cambio del dinero europeo, contempla el "establecimiento de un comité de expertos para la reforma tributaria" y el "hito" de seguir "las recomendaciones del Comité de expertos" de María Jesús Montero que está analizando "los diferentes elementos de la sistema fiscal español, con el fin de acercar la variable ingresos públicos/PIB de España a la media de la UE".
Para que España alcanzara una presión fiscal similar a la de la media de la eurozona, de la que nos separan seis puntos sobre el PIB, estamos hablando de un sablazo de más de 60.000 millones de euros.
Para conseguir aumentar la recaudación del Estado, que es el objetivo fundamental del Ejecutivo de PSOE y Podemos, María Jesús Montero ya avanzó que sus expertos estudiarían la armonización de los impuestos "vinculados a la imposición a la riqueza —Patrimonio, Sucesiones y Donaciones— ya que hay una situación asimétrica en el territorio porque alguna comunidad autónoma prácticamente ha dejado sin contenido estas figuras", avisó. Precisamente, el Catedrático Carlos Monasterio se ha mostrado en contra de la llamada "armonización" autonómica en una entrevista de ayer lunes en El Confidencial, lo que deja todavía más claro que discrepa con Hacienda.
La armonización no es otra cosa que forzar a las regiones con impuestos bajos, como la Comunidad de Madrid, a elevar la fiscalidad a sus ciudadanos. Tan inminente es este ataque a la región, que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso aprobó la semana pasada el "Proyecto de Ley de Defensa de la Autonomía Financiera" para blindar Madrid de las subidas fiscales de Sánchez y Montero.
Además de la armonización fiscal, los "expertos" del Gobierno están estudiando eliminar beneficios fiscales del IRPF o el IVA, subidas en Sociedades o aplicar impuestos llamados medioambientales, como la subida del diésel a todos los conductores. Falta muy poco para que todos los detalles del plan salgan a la luz.