El Gobierno social-comunista, encabezado por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, ha filtrado la tabla donde se recoge la subida exponencial de las cotizaciones de los trabajadores autónomos que pretende aplicar durante la próxima década. Hablamos de filtración porque el Ejecutivo no se ha dignado compartir los datos con la principal patronal del sector, cuyo presidente mostraba este lunes en esRadio su sorpresa por haberse enterado de algo tan importante por los medios de comunicación y no por el Gobierno, con el que de hecho está manteniendo conversaciones sobre la materia.
Sea como fuere, todo apunta a que Sánchez y Díaz van a asestar un hachazo sin precedentes a los más de tres millones de trabajadores autónomos, sector fundamental para la economía nacional, responsable del 15% de la producción total y del 17% del empleo.
Tomemos como caso representativo a los autónomos mileuristas, es decir, a los que ingresan menos de mil euros netos al mes. Pues bien, estos trabajadores comenzarán a pagar en 2023 unas cotizaciones mensuales de 352 euros, tras ser víctimas de una subida de 60 euros al mes con carácter inmediato, lo que dejará sus ingresos reales en 725 euros. Peor lo tienen los profesionales que facturen un poco más al año, en la franja de los 20.000 euros. En este caso, en los próximos cuatro años irán sufriendo una subida progresiva de las cotizaciones hasta llegar al doble de lo que pagaban en 2021, incremento brutal que pocos podrán absorber en tan corto espacio de tiempo.
Pero no se trata solamente de que el Gobierno vaya a exprimir a los tres millones de autónomos que luchan cada día por mantener su actividad profesional. Lo sustancial es que con estas medidas draconianas contra el emprendedor se penaliza brutalmente la iniciativa privada y se obstaculiza la creación de miles de empresas, cuyo embrión es el salto que dan trabajadores con buenas ideas y capacidad empresarial para crear un negocio propio que más tarde se convertirá en una empresa con un mayor número de empleados.
El Gobierno social-comunista ha puesto a los autónomos en el punto de mira y está dispuesto a acabar con uno de los sectores más dinámicos de nuestra economía, cuando en el resto del mundo desarrollado es no un objetivo a batir sino un tesoro que los Gobiernos tratan de preservar.