La última compra masiva de test de antígenos por parte del Gobierno de Pedro Sánchez se ha saldado con un sobrecoste de 8 millones de euros. Así lo revela el diario ABC, que asegura que el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) adquirió el pasado 5 de enero un total de cinco millones de test por importe de 15,5 millones de euros, es decir, a 3,10 euros la unidad.
El precio está incluso por encima del impuesto a las farmacias esta misma semana, que se sitúa en 2,94 euros, y ha causado gran extrañeza en el sector, por cuanto en las fábricas es mucho más bajo si cabe. "En los dos últimos meses he intermediado en la comercialización de test de antígenos en España, Alemania, Portugal y Países Bajos -explica un profesional-. El precio de los test es de 1,35 euros por unidad en fábrica y alrededor de 1,80 si lo adquieres a un almacenista". Todo depende de la necesidad de cada Gobierno: "Si lo compras a la fábrica tardas un poco más en recibirlo, pero si no quieres esperar, el almacenista que te lo vende, por ejemplo, desde Alemania a 1,80 euros, te lo sirve en un plazo de entre 24 y 48 horas".
Los precios reales
El diario ABC, que asegura haber visto todas las copias de sus comunicaciones con fábricas y mayoristas, afirma que otros profesionales del sector ofrecen precios similares, por lo que cabe concluir que el Gobierno habría pagado un sobrecoste superior al 100%, más del doble por cada test.
El listado de precios de un almacenista alemán contempla test de distintos laboratorios que oscilan entre 1,20 y 1,82 euros por unidad, en cajas de 25 y con certificado para vender en la Unión Europea, listos para enviar "entre uno y dos días después del pago". Otra comercializadora los ofrece a precios de entre 1,22 y 1,47 euros para pedidos de hasta 400.000 unidades, menos del 10% de lo adquirido por el Gobierno.
Por si fuera poco, el citado intermediario llega a mostrar una conversación de WhatsApp con una fábrica china de este mismo viernes en la que incluso le ofrecen un precio mucho más bajo: 0,95. A esa cantidad, habría que sumarle los portes y la comisión, pero, en todo caso, nunca llegaría a los 3,10 euros que pagó el Gobierno.
¿Quién se queda con el dinero?
"Cinco millones de test es un pedido extraordinario, en el que obtienes un buen precio. Esto sólo puede ocurrir porque quien ha hecho ese encargo no lo paga con su dinero, sino con el de todos los españoles. Alguien se está quedando con mucho dinero", concluye el bróker consultado por ABC.
Curiosamente, el Gobierno de Pedro Sánchez hico esta compra mediante un procedimiento de emergencia, lo que habilitó a Ingesa a no sacar el contrato a concurso y adjudicarlo mediante "negociado sin publicidad", es decir, a dedo. El proveedor elegido fue Abbot Rapid Diagnostics Healthcare SL, una multinacional que tiene su sede en España en la localidad de Hospitalet de Llobregat (Barcelona).