El gobierno de España sigue apostando por subir impuestos. En 2021, Pedro Sánchez sacó adelante once aumentos de la presión tributaria que soportan empresas y familias. Este 2022, las medidas planteadas por el gobierno avanzan en la misma línea y pueden suponer un golpe de hasta 3.273 millones de euros para el sector privado.
La apuesta de PSOE y Podemos choca frontalmente con la estrategia de política fiscal desarrollada por los demás gobiernos europeos:
- -En Alemania, el impacto fiscal de las rebajas tributarias anunciadas para 2022-2026 devolverán 30.000 millones a los contribuyentes.
- - En Reino Unido, Boris Johnson acaba de anunciar que introducirá nuevas rebajas de impuestos en los próximos meses.
- -En Italia, Mario Draghi reducirá el Impuesto sobre la Renta y suprimirá los "microimpuestos".
- - En Francia, el presidente Emmanuel Macron también plantea una agenda de aminoración de los tributos en vigor.
- - Grecia también ha planteado mejoras de la presión fiscal para acelerar la recuperación económica.
- - Portugal celebra elecciones con los impuestos como uno de los temas clave de la campaña electoral.
A todos estos ejemplos se les ha sumado recientemente el nuevo gobierno de Holanda. Al frente del gabinete está un viejo conocido: Mark Rutte. Tras haber completado tres legislaturas al frente del poder Ejecutivo neerlandés, y después de unas negociaciones para la formación de gobierno que se han extendido durante nueve meses, el dirigente liberal-demócrata ha conseguido revalidar el poder y poner en marcha un gobierno que acaba de tomar posesión.
La alianza que finalmente gobernará Holanda está compuesta por el propio VVD de Rutte, dos partidos de centro-derecha (CU y CDA) y una agrupación escorada a la izquierda (D66). Aunque el primer ministro ha insistido en que mantendrá su tradicional apuesta por la austeridad presupuestaria, ha comprometido un fuerte aumento de las inversiones dedicadas a "programas vinculados con el cambio climático", además de una serie de reformas encaminadas a favorecer el aumento de la oferta de vivienda y de un subsidio que cubrirá el 95% del coste de las guarderías.
En clave fiscal, uno de los aspectos que marcará la política fiscal holandesa será la reducción de los impuestos aplicados sobre las rentas del ahorro y las ganancias del capital, con ánimo de ajustar dichos tributos al efecto de la inflación. Por otro lado, también se anuncian rebajas de impuestos por un monto de 3.000 millones de euros, con la mirada puesta en reducir la presión tributaria de los trabajadores con rentas medias-bajas.