Habemus precio intervenido de los test de antígenos. El Gobierno, a través del Ministerio de Sanidad, ha decidido fijar el precio máximo de estas pruebas diagnósticas del covid en 2,94 euros la unidad.
Así, en lugar de impulsar la oferta en el mercado de los test de antígenos y permitir que se vendan fuera de las farmacias, lo que impide la competencia y las bajadas de precios, el Ejecutivo ha optado por las medidas liberticidas.
El ejemplo de que cuantas más empresas vendan test más barato es su precio, lo tenemos en Alemania o Portugal, donde los test se comercializan hasta en los supermercados, lo que ha aumentado considerablemente la oferta, la competencia y ha disminuido su coste. Por ejemplo, en Portugal, Mercadona los vende a 2,10 euros la unidad y, en Alemania, Aldi los comercializa a 1,79 euros. No deja de ser llamativo que el precio máximo que ha fijado el Gobierno de Sánchez esté por encima de los que comercializan los supermercados en otros países de Europa.
En España, el Gobierno se niega a que los supermercados o las tiendas de droguería vendan estos test sin una justificación consistente, lo que supone una barrera importante a que estos productos lleguen a los ciudadanos a un precio económico. La propia Asociación Nacional de Grandes Superficies (Anged), una patronal que engloba a El Corte Inglés, Ikea, Carrefour o Alcampo, se ha ofrecido a venderlos en sus tiendas para "abaratar los precios". Sánchez se lo impide.