La decisión del Gobierno de la Comunidad de Madrid de llevar ante el Tribunal Supremo al Ejecutivo de Sánchez por repartir los fondos europeos de manera arbitraria después de que adjudicara distintas partidas para país Vasco, Valencia, Extremadura y Navarra (casualmente gobernadas por el PSOE o sus apoyos en el Congreso), no ha sentado nada bien al Gobierno.
El Ejecutivo ha lanzado a la vicepresidenta económica Nadia Calviño contra el ejecutivo de Ayuso y, como ya hiciera Pedro Sánchez al presumir de magnanimidad por vacunar también a aquellos ciudadanos que no le votan, Calviño ha presumido de destinar fondos europeos a Madrid pese a que en esta comunidad autónoma se bajan los impuestos (al contrario de lo que hace su gobierno que ha convertido a España en el país que más subió los impuestos durante la pandemia de toda la OCDE).
En su réplica, Calviño no explica esas partidas denunciadas por Isabel Díaz Ayuso, lo que hace es quejarse de que la Comunidad de Madrid proteste pese a ser "la tercera comunidad" más beneficiada precisamente por estos fondos. Decía Calviño que "estas reclamaciones no son en absoluto pertinentes" y se justificaba diciendo que de los 11.000 millones que ya se han transferido, Madrid es la tercera que más ha recibido con 1.200 millones, sólo por detrás de Andalucía y Cataluña.
La respuesta de Madrid
A las palabras de Calviño ha respondido el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, que ha acusado a la socialista de "desconocer la realidad" al "mezclar" la bajada de impuestos con el reparto de fondos.
"Eso es confundir absolutamente la realidad. No se trata de bajar los impuestos de lo que se trata es que los fondos se repartan con criterios objetivos", ha señalado el consejero madrileño en una entrevista en Onda Madrid.
A pesar de que la cantidad denunciada, 9 millones, es "muy pequeña" respecto a los 20.000 millones que se reparten, para López el problema es "el criterio". En este sentido, ha criticado que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no les haya explicado "las razones por las que se han concedido estas subvenciones directas". "Evidentemente mezclar esto con una política de bajada de impuestos tan beneficiosa para Madrid es desconocer la realidad", ha zanjado.
Argumento insostenible
El gran argumento de Calviño, en línea con las denuncias de dumping fiscal tan habituales de la ministra de Hacienda María Jesús Montero contra Madrid, es decir, que el Gobierno de Ayuso no debe quejarse por el reparto de los fondos por ser una comunidad "cuya única política económica es la de bajar impuestos". Vamos, que para la ministra de economía, si bajas impuestos para favorecer que tus ciudadanos y empresas tengan más dinero disponible, se atraiga el consumo y la inversión y, en consecuencia, aumente la recaudación, es motivo suficiente como para cortar el grifo de los fondos europeos, cuyo reparto es monopolio del Ejecutivo central.
"Estas reclamaciones no son en absoluto pertinentes", seguía Calviño "me sorprende muchísimo", "hay que remar en la misma dirección", añadía y señalaba que la ejecución de los fondos suponen una "oportunidad histórica" y prometía que "va a desperdiciar ni un euro".