Pese a que la tasa de desempleo de España ha pasado del 16,2% en 2020 al 14,5% actual, la productividad ha caído notablemente y se encuentra un 6,6% por debajo que al inicio de la crisis. Esto significa que, con el mismo número de trabajadores que en 2019 – antes de la pandemia – se crea un Producto Interior Bruto un 6,6% inferior. Lo cierto es que los factores que han llevado a esta situación son muchos, como la destrucción de empleo en las industrias manufactureras y el récord de contratación en el sector público, que históricamente es uno de los menos productivos.
Si bien es cierto que al compararse con el segundo semestre de 2020, los datos están un poco desvirtualizados, sigue siendo la mayor caída del serie histórica. Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la productividad por hora efectivamente trabajada tocó mínimos durante el segundo trimestre de 2021. Aunque el efecto de la pandemia es evidente, la tendencia bajista de la productividad en España también lo es. De hecho, se observa un descenso constante desde el año 2015 indicando que la productividad es cada vez menor.
Sin embargo, en esta ocasión, las horas trabajadas están aumentando más que la actividad, lo que está anunciando un descenso de la productividad de los trabajadores, algo que no suele darse de forma habitual y que refleja un problema en el tejido productivo español.
"La evolución más positiva del empleo respecto a la actividad apunta, por un lado, a una menor productividad como consecuencia, entre otros, de la generalmente más baja productividad de las pymes -que son las que están impulsando particularmente la recuperación en el mercado laboral, el aumento del empleo público y la generalización del teletrabajo en el último año. Y, por otro, a la necesidad de no dar marcha atrás respecto de aspectos relevantes del mercado de trabajo español que sí están funcionando", aseguran desde Equipo Económico.
De hecho, el Banco de España ya pidió el pasado mes de septiembre la creación de un comité para abordar el problema de la productividad de la economía española. Pablo Hernández de Cos, gobernador del banco, aseguró que era necesario analizar las causas para poder plantear las reformas necesarias.