Alberto Garzón ha vuelto a poner en su diana al sector cárnico, lo que ha generado un nuevo roce con sus socios socialistas en el Gobierno. Tras la polémica de los últimos días, el ministro de Consumo ha intentado edulcorar su entrevista en The Guardian insistiendo en que él solo criticaba a las macrogranjas -algo ya dañino de por sí para unos negocios completamente legales- aunque lo cierto es que el efecto de sus palabras ha ido más allá de estas grandes explotaciones y puede ser devastador para todo el conjunto del sector.
Y es que, el sector cárnico español no solo es una potencia alimentaría a nivel nacional, sino que también es líder exportador, por lo que cualquier desprestigio -y más por parte de un ministro nacional- puede causarle un daño difícil de reparar.
La cuarta industria del país
Según los datos de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España, la industria cárnica es el cuarto sector industrial de nuestro país, sólo por detrás de la industria automovilística, la industria del petróleo y combustibles o el suministro de energía, y junto a sectores como las industrias química o metalúrgica.
El sector, formado por mataderos, salas de despiece e industrias de elaborados, tiene un tejido industrial constituido por cerca de 3.000 empresas, distribuidas por toda la geografía española, especialmente en zonas rurales. "Aunque una parte significativa del sector son pequeñas y medianas empresas, esto no ha impedido el desarrollo y consolidación de grandes grupos empresariales, algunos de ellos líderes a escala europea", señalan. La producción conjunta de todas estas empresas hace que la industria cárnica ocupe con diferencia el primer lugar de toda la industria española de alimentos y bebidas, representando una cifra de negocio de 27.959 millones de euros, el 22,2% de todo el sector alimentario español.
Esta cifra de negocio supone el 2,32% del PIB total español, el 16,2% del PIB de la rama industrial y el 4,2% de la facturación total de toda la industria española. El empleo sectorial directo de sus empresas alcanza los 100.000 trabajadores, lo que representa el 25,2% de la ocupación total de la industria alimentaria española.
Más datos: tipos de carne
La producción de carne en España alcanzó una cifra récord en 2020, registrando un total de 7,6 millones de toneladas de carne, lo que supone un incremento del +5,1% en comparación con 2019, según los datos de la encuesta de sacrificio de ganado del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
En 2020, y con un crecimiento muy destacado del 8,2% respecto a 2019, la carne de porcino española ha registrado un nuevo hito de producción, al alcanzar los 5 millones de toneladas, lo que marca un año más un nivel histórico nunca alcanzado.
La producción de carne de porcino supone ya el 66% de la producción total de carne en España. Además, nuestro país se ha convertido en el cuarto productor de carne de porcino, con un 4,4% de la producción mundial, y la Unión Europea considerada en conjunto es el segundo productor mundial, con un 22,7% del total.
Por el contrario, la producción del sector del vacuno cayó un 2,5% con respecto a 2019, alcanzando las 677.296 toneladas producidas. La carne de vacuno ocupa el tercer lugar en volumen, con el 8,9% de la producción nacional de carnes, aunque a nivel internacional, en esta especie España está más alejada de los puestos de cabeza de producción mundial, liderada por Estados Unidos y Brasil.
Por su parte, el ovino y caprino alcanzaron las 124.467 toneladas, aunque su producción disminuyó un 5,5% con respecto al volumen de 2019. Mientras que, a nivel europeo, tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea, España se ha convertido en el primer productor europeo de carne de ovino y caprino, con un 15,6% del total y por delante de Francia (11,2%), Grecia (9,2%) e Irlanda (8,4%).
Por último, en lo que respecta a la producción de elaborados cárnicos, España se sitúa en cuarto lugar en la Unión Europea con más de 1,4 millones de toneladas anuales, solo por detrás de Alemania, Italia y Francia.
Buen año por la pandemia
En el año 2020, la pandemia ha modificado los comportamientos de compra y consumo durante todo el año, volcados hacia las comidas en el hogar, lo que ha impulsado el crecimiento de los productos cárnicos y aquellos que consideramos de consumo fácil, así como de los que emulan momentos de ocio en hostelería. Por su parte, productos de gama alta como el ibérico desplazaron hacia el hogar el consumo perdido por el cierre de la hostelería, ajustando precios y penalizando a otros elaborados en estos movimientos.
El consumo en el hogar de carnes y elaborados creció un 10,5% en volumen y un 12,9% en valor, sin duda impulsado por el trasvase obligado por los cierres y restricciones de los canales extra domésticos (hostelería, restauración) que se desplomaron a causa de la pandemia.
Exportaciones de carne
El ejercicio 2020 ha marcado un nuevo récord en el desarrollo exportador de los últimos ejercicios, pulverizando las marcas de 2019. Así, en 2020 las ventas exteriores alcanzaron los 8.680 millones de euros, prácticamente un 15% más que el año anterior, llevando el signo positivo de la balanza comercial del sector hasta el 800%, un dato sin duda para estar orgullosos como sector. El volumen total exportado fue de 3,07 millones de toneladas de carnes y despojos (un 21,5% más que en 2019) y 200.000 toneladas productos elaborados (un 2,6% superior al ejercicio anterior).
Estas cifras globales siguen siendo lideradas de forma firme por la trayectoria del sector porcino, que ya se ha afianzado en el podio de los mayores exportadores mundiales, con Estados Unidos y Alemania. En 2020 se exportaron 2.130.808 toneladas de carne de cerdo, por valor de 5.651 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 23,5% en valor y un 23,9% en volumen. "Es evidente que la demanda desatada de China, a causa de sus problemas de producción y abastecimiento por la peste porcina africana que asola el sector porcino del país, ha disparado las ventas y los precios de las empresas exportadoras españolas", explican en ANICE.
Los mercados extracomunitarios fueron por primera vez el principal destino de las exportaciones (57,3%) del porcino de capa blanca nacional, con un aumento del 25% respecto a 2019, según los datos de Interporc. A esto hay que sumar 647.000 toneladas de despojos y grasas de porcino, por valor de 851 millones de euros. China fue el país que más carne de porcino español importó, representando el 47% del total de las exportaciones, un 109,6% más que en 2019. En total, el gigante asiático adquirió carne de porcino por valor de 3.134 millones de euros, un 117% en comparación con un año antes.