El gobierno de Pedro Sánchez sigue despilfarrando los fondos europeos. Esta semana hemos tenido un nuevo ejemplo, con una licitación que movilizará 162.000 euros de recursos comunitarios para la "realización de una encuesta sobre estrategias de internacionalización de los servicios", la cual deberá ser completada en un plazo de seis meses.
El Ministerio de Industria, que ha encargado el proyecto con cargo a los fondos aportados por Bruselas, advierte en el pliego de la licitación que "la encuesta no es obligatoria para las empresas, dado que no es una operación recogida en el Plan Estadístico Nacional". Hablamos, pues, de un despliegue de recursos que no tiene garantías de éxito en lo referido a la cumplimentación y tampoco responde a los objetivos centrales fijados en la estrategia estadística que elabora el gobierno cada año.
Por otro lado, la muestra mínima exigida por el Ministerio de Industria abarca unos 4.000 cuestionarios. Conocido dicho umbral de referencia, vale la pena recalcar que el precio de mercado de los sondeos que manejan los principales diarios y empresas de nuestro país se sitúa entre dos y cuatro veces por debajo del coste fijado en la licitación del departamento de gobierno que dirige la ministra Reyes Maroto, de modo que el sobrecoste es más que evidente.
Sigue el despilfarro
En las últimas semanas, Libre Mercado ha documentado numerosos ejemplos de despilfarro en los programas que el gobierno de España ha incluido en el Plan Nacional de Reformas, Recuperación y Resiliencia, mediante el cual se gestionarán los fondos del rescate europeo: 60 millones para evitar la electrocución de pájaros en tendidos eléctricos, 4 millones para una campaña de autobombo del ministro José Luis Escrivá, 1 millón para pagar estancias de escritores en el extranjero, 3 millones para promover la "transversalidad de género" en el empleo, 25 millones para constituir nuevas oficinas burocráticas de "orientación" para el empleo...