The Economist, seguramente la revista económica más importante y prestigiosa del mundo, publica un nuevo reportaje que es un varapalo más para Pedro Sánchez y Nadia Calviño: los datos colocan a España como la economía avanzada de todo el mundo que peor evolución ha registrado durante la pandemia.
La economía española no sólo ocupa el último puesto entre las 23 analizadas -todas de lo que la revista denomina "países ricos"-, sino que lo hace con mucha diferencia respecto a la segunda peor y liderando por la cola tres de los cinco parámetros principales que se evalúan en el reportaje: España es la peor en cuanto a la evolución del PIB, los ingresos familiares y el valor de las acciones, además, ocupa puestos muy alejados de los de honor en lo referente a la inversión y el endeudamiento público.
"España ha sido la peor de todas"
En el conjunto de todas las métricas The Economist es muy clara: "España ha sido la peor de todas" las economías de los 23 países analizados y, en prácticamente cada aspecto analizado el panorama es desolador.
Por ejemplo, en el primero de estos apartados, la evolución del PIB, España no sólo es el peor, sino que lo es por una diferencia abrumadora: desde el cuarto trimestre de 2019 en nuestro país el PIB ha caído un 6,6% mientras que en el segundo peor, que es el Reino Unido, esta caída sólo ha sido del 2,2%.
La situación es muy parecida por lo que respecta a los ingresos en los hogares: en un indicador que recoge las correcciones pertinentes por la inflación España vuelve a repetir en el último puesto y en este caso la caída es del 6,3%, mientras que la de Gran Bretaña es de un 2,3%.
Los autores del reportaje señalan que España no sólo ha sido de los países en los que el mercado laboral ha tenido un peor comportamiento, sino que además el Gobierno ni ha ayudado a mantener los puestos de trabajo a través de masivas subvenciones a las empresas -como por ejemplo han hecho los países bálticos-, ni ha compensado a los trabajadores, por lo que el resultado final es esa enorme pérdida de poder adquisitivo de los hogares que sólo se puede comparar con la de Austria, que este aspecto ha tenido cifras parecidas a las españolas.
Las empresas, por los suelos
La tercera variable que se analiza es la evolución del precio de las acciones que ofrece una visión bastante aproximada del estado de salud de las empresas. De nuevo, España logra el peor resultado: una caída del 7,2%, de nuevo muy lejos de del comportamiento de los mejores, países como Dinamarca, con grandes compañías en el sector de la salud, o Estados Unidos cuyas tecnológicas se han visto también beneficiadas por la nueva situación y las necesidades que planteaba.
Las inversiones son el primer indicador en el que España no es el peor, pero desde luego está entre los peores, con una caída del 6,5% sólo se ve superada por Gran Bretaña, donde cayeron un 7,4% probablemente también por el Brexit y, sorprendentemente, por el batacazo del 8,5% de Noruega. Aún así, los escandinavos logran ser cuartos en el cómputo total, aunque justo por detrás de sus vecinos los suecos.
Finalmente, el quinto indicador no podía sino ser desastroso para España con una deuda pública que ya roza el 120% del PIB y que no deja de crecer desde que Sánchez llegó al Gobierno, con un gasto disparado -y en muchos casos disparatado- que ha hecho que cada español se haya cargado con más de 5.500 euros de deuda en esos últimos años.
¿Qué han hecho los mejores?
Para hacerse una idea más ajustada de lo que suponen estos datos hay que compararlos con los de las economías de la parte superior de la tabla: en Dinamarca, cuya economía es la primera clasificada global, el PIB ha subido el 2,1% y los ingresos en los hogares un 3,4% el precio de las acciones más del 57% y la inversión un 12,1%.
Suecia se aúpa al tercer puesto con una subida del PIB del 2,1%, ingresos en los hogares que crecen el 2%, acciones que se disparan el 50% y la inversión subiendo un nada despreciable 5,6%.
E incluso muchos que no se encuentran entre los mejores están a una distancia sideral de Estados Unidos, que ocupa un mediocre décimo puesto en mitad de la tabla, logró que el PIB subiese un 1,4%, los ingresos en los hogares el 6,2%, el precio de las acciones el 24,4% y la inversión un 3,6%.
Una crisis en V… para algunos
No es la primera advertencia de The Economist sobre el pésimo rumbo de la economía española y el tremendo impacto de la pandemia en ella: en junio de 2020 y en pleno confinamiento certificaba que España ya era el peor país de la OCDE a la hora de gestionar el coronavirus.
Año y medio después seguimos a la cola de todas las economías importantes y, lo que es peor, no hay trazas de que la recuperación se vaya a acelerar durante el 2022 que está a punto de comenzar, tal y como advierte la revista: "A finales de año la OCDE espera el PIB combinado de los tres primeros países del ranking esté un 5% por encima del nivel prepandemia. El de los tres peores estará sólo un 1% de cómo estaba antes del covid. En otras palabras: los efectos desiguales de la pandemia van a perdurar".