Los cazadores están llamados a movilizarse. Distintas organizaciones del sector, encabezadas por la Real Federación Española de Caza (RFEC) y la Oficina Nacional de la Caza (ONC), han convocado una gran protesta que tendrá lugar el próximo 20 de marzo en Madrid, para exigir que cesen los ataques del Gobierno contra esta actividad, que -aseguran- genera más de 6.475 millones de euros al año y crea más de 187.000 puestos de trabajo.
El sector cinegético se enfrenta a una situación "compleja" y "muy difícil", ha reconocido el presidente de RFEC Manuel Gallardo, en declaraciones a Libre Mercado. "El lobby animalista ha llegado a la esfera del poder. Ha llegado al Gobierno y ha llegado al Parlamento", insiste.
En su opinión, está ganando posiciones y cada vez tiene más apoyos dentro del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Según argumenta, hay una "asociación parlamentaria de defensa de los animales que canaliza todas sus peticiones". Para contrarrestar la "ofensiva", la RFEC ha propuesto en el Congreso la creación de otra que preserve "los usos y costumbres tradicionales", así como "la caza, la pesca y el mundo rural". "Estamos en una desigualdad de condiciones importante", exclama.
Ellos consideran que este Gobierno les ha declarado la guerra. Hasta cinco ministerios han emprendido distintas acciones que tendrían como finalidad debilitar el sector de la caza, de forma directa o indirecta. No tienen dudas, el objetivo final es "acabar definitivamente con la actividad cinegética".
Ministerios en contra
No es ningún secreto que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico está abiertamente en contra de la actividad cinegética. De hecho, su máxima responsable -recuerda Gallardo- "se declaró abiertamente anti caza". La posición de Teresa Ribera indigna al presidente de la RFEC. "Cuando un ministro se declara abiertamente contra un colectivo de ciudadanos a los que tiene que defender, ya empieza a asustarse", afirma. "Imagina que se hubiera declarado anti católicos... Un escándalo", exclama.
Por su parte, el Ministerio de Cultura "dice a los niños de este país que tienen qué empatizar, sentirse como los animales, ponerse en su lugar". Gallardo se atreve a vaticinar que "en dos generaciones va a dar al traste con la caza y con la ganadería, con todo lo que tenga que ver con animales, porque trabajamos con ellos, los utilizamos e incluso nos los comemos". "Esa es la realidad", asevera.
También es público y notorio que el Ministerio de Consumo ha emprendido una cruzada contra el consumo de carne. Su titular, Alberto Garzón, incluso "hace un alarde" de ello. A lo que el presidente de RFEC replica: "Si hace un llamamiento a mi madre para que deje de comer carne de ternera... Comer carne de ciervo debe ser ya pecado mortal". "Estamos en un escenario francamente complejo", advierte.
"El culmen del éxito es con el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que crea una Dirección General de Derechos de los animales", explica Gallardo. "En puridad, los animales no son sujeto del derecho. Lo que sí tenemos son obligaciones para con ellos". En su opinión, todo esto es un gran absurdo. "Tampoco existe el derecho del bosque y, sin embargo, no podemos ir a quemarlo o cortarlo".
"La Ley de Protección y Derechos de los Animales consiste en humanizar a los animales. Y una sociedad que ama a los animales más que a las personas es una sociedad enferma", argumenta. La nueva norma "es una agresión". "Habla de jubilación de los animales, de jornadas laborales, de edades mínimas para empezar a trabajar... Dice que no se consideran animales de producción porque no pueden sindicarse, que hay que castrar a todos los animales de este país, para que se nos impida criar con nuestros perros, que no podemos regalar un cachorro o hacer una reposición de tus efectivos (en lo que se refiere a la caza) o tener otros animales auxiliares".
Esta ley, añade, "se carga de un plumazo la caza de la perdiz con reclamo. Pero vamos a intentar declararla Bien de Interés Cultural Inmaterial, porque es algo ancestral". Es un despropósito, también ha puesto fin "al silvestrismo, o el tiro al vuelo". Y de ahí el problema con el Ministerio con Deportes, porque ha acabado con varias federaciones deportivas. Por ese motivo, han creado "una plataforma de federaciones que cuentan con animales" en su actividad. Un total de 878 organizaciones nacionales de caza, hípica, ovicultura, etc.
Niega su contribución
"Todo lo que viene de Europa, el Gobierno lo acoge a pies juntillas", asegura Gallardo. Ejemplo de ello es el problema que tienen con la caza de la tórtola, que este año no se ha podido realizar. Algo incomprensible para el sector cinegético. "Venimos haciendo una caza sostenible y, además, si la tórtola sigue viniendo a este país es porque los cazadores invierten en conservación".
Según explica, "el problema de la mayor parte de las aves ligadas a los sistemas agrícolas es que los usos en el campo han cambiado, la agricultura intensiva ha aumentado, los cultivos tradicionales prácticamente han desaparecido...Y la mayor parte de aves que están vinculadas a estos sistemas, lo están sufriendo. No solo aves cinegéticas, hablamos de aves esteparias... Sisones, gangas, ortegas, o avutardas".
El Gobierno niega la contribución del sector cinegético para paliar este problema, mientras -denuncian los cazadores- da ayudas a los ecologistas sin ton ni son. "Hace unos pocos días, el Consejo de Ministros ha aprobado una ayuda de un millón de euros para cuatro asociaciones ecologistas sin ningún tipo de concurso", asevera.
Un nuevo modelo social
Manuel Gallardo considera que "estamos asistiendo a un cambio de modelo social que pretende igualar los animales a los humanos" al tiempo que establece para las personas "una serie de obligaciones para que atentan contra su propia libertad".
"Hay un clamor desde el mundo científico, el mundo rural, los sectores de caza y pesca y otros como el circo o las tiendas de animales..." en contra de la "mal llamada" Ley de Protección y Derechos de los Animales, asegura. "Esta Dirección General ha tenido la virtud de unir a todos los que tenemos que ver con animales en contra de una norma. Yo creo que eso tendría que hacérselo mirar", exclama.
Todo esto les lleva a pensar que "hay una estrategia clara de una parte de este Gobierno para acabar definitivamente con la actividad cinegética". Eso sí -advierte- "los animales se seguirán matando, porque hay sobrepoblación". Una hipocresía. "No se puede cazar a los parques nacionales. Sin embargo, los agentes del medio natural, van y los matan a discreción, sin ninguna rentabilidad".
Lo que se demoniza es la actividad, no la muerte del animal. "La caza es una herramienta económica eficaz, muy eficiente, que además deja rendimientos económicos en la zona" pero el Ejecutivo formado por socialistas y comunistas prefiere optar por otros métodos. "Si hay que matar 1000 ciervos", por ejemplo, "los meten en unos cercones, les dan de comer y cuando están allí, se les cierra la puerta y los matan a tiros". "Es lo que se está haciendo", asevera.
"Se trata de que no cacemos, de que la actividad cinegética como tal desaparezca" porque "la muerte es una herramienta clave para la sostenibilidad". "Imagínese usted si no nos morimos nosotros, si fuésemos eternos", exclama. Y la caza es fundamental "para el equilibrio de los ecosistemas en los que nos movemos". Como explica Gallardo, "están intervenidos por el ser humano desde hace 3 o 4 millones de años, no viene de hace cuatro días".
Nadie duda de que "los animales se benefician de los comederos y de los bebederos" que se han instalado o de que "el monte se beneficia de la limpieza de la maleza para la prevención de incendios", añade el presidente de la RFEC. "De ahí viene la importancia y la necesidad de seguir cazando, la actividad cinegética tiene un obvio contenido económico, social y -por supuesto- ecológico".
Pero "la ideología totalitaria animalista ha logrado que prevalezca el buenismo". "Ahora, si le preguntas a un político, preguntas, dice que ama a los animales más que a nadie" porque "cree que eso le da votos". Otros "ocultan su condición de cazador o pescador, no vaya a ser que digan...".
Demandas del sector
El sector cinegético reclama que el Gobierno reconozca la actividad "por su importancia económica, social y ecológica", que se les tenga en cuenta "a la hora de tomar decisiones" que les puedan afectar, y que se les dé "participación en los órganos de consulta" en los que "no está el sector cinegético pero sí está el sector conservacionista".
Además, creen que es necesaria una "revisión de la legislación", en particular de la Ley 30/2014 de Parques Nacionales. Piden que los controles poblaciones se realicen a través de acciones cinegéticas y que se recupere la caza de la tórtola y otras aves migratorias "con un plan de gestión".
Por otra parte, Manuel Gallardo destaca la necesidad de que "el Gobierno actúe con datos propios, no con datos de parte, que en muchas ocasiones son sesgados, erróneos o ficticios que dan asociaciones ecologistas. El presidente de la RFEC pone como ejemplo la población de codorniz, que ellos cifran en 200.000 unidades, mientras que la federación maneja cifras que rindan los 3 millones.
El representante de la actividad cinegética es consciente de que "la Comisión Europea ha elegido una deriva conservacionista absolutamente irracional". Por eso, insiste en la importancia de que el Gobierno de España defienda los intereses del sector. "La caza en España no es igual que en Finlandia y no se puede legislar a miles de kilómetros", asevera.
"Creemos que no son cosas de difícil consecución, pero hay una cerrazón importante en una parte del Gobierno", señala. "Son demandas fácilmente asumibles por cualquiera" y recuerda que afectan a "unos 2.000.000 millones de votantes", porque "la caza está muy vinculada al mundo rural". De hecho, la gran movilización del 20 de marzo reunirá a todos los sectores del mundo rural. "La caza participará como un sector más".