El 63% de las empresas españolas temen que, a pesar de las ampliaciones de pago, finalmente los clientes no puedan hacer frente a sus obligaciones financieras. Los datos que se desprenden del Infome Europeo de Pagos de Intrum también reflejan que el 65% cree que el riesgo de impago crecerá en los próximos meses. Además, 6 de cada 10 tampoco confía en la capacidad de pago de aquellos clientes con cuentas económicas pendientes.
Aunque las cifras de desconfianza son muy superiores a las registradas en 2020, cuando la mitad de las empresas encuestadas creía que el peligro de impago aumentaría a corto plazo (48%), los resultados obtenidos este año sitúan a España por debajo de la media europea (66%), y como uno de los mercados en los que menos organizaciones temen que el riesgo de impago crezca próximamente.
Con estas previsiones por delante, desde Intrum se destaca que es más importante que nunca tomar precauciones a tiempo y diseñar un plan para asegurar los pagos de los clientes, a fin de evitar riesgos de liquidez y asegurar cualquier subvención. Se recomienda así exigir el pago por adelantado o las verificaciones de crédito.
El 72% de las pymes acepta pagos más largos sin quererlo
Además de esto, el 72% de las pymes españolas tienen que aceptar plazos de pago más largos de lo que les gustaría ante la imposibilidad de sus clientes de abonar las facturas a tiempo, lo que supone un problema para las empresas que sufren de liquidez y que quieren recibir parte de los Fondos Next Generation EU, ya que uno de los requisitos para acceder a estas ayudas europeas es cumplir los plazos de pago.
En concreto, las grandes corporaciones son las que más piden esta ampliación de pagos a las pequeñas y medianas empresas (44%), seguidas de otras pymes (42%) y del sector público (10%). En cuanto a las entidades de mayor tamaño que han recibido solicitudes de este tipo, el 80% se han visto en la tesitura de responder a esta necesidad.
Sin embargo, pese al elevado porcentaje de empresas que están teniendo que ampliar los plazos de pago marcados en el contrato, las cifras reflejan una mejora respecto a 2020. Hace un año, la proporción de pymes que se veían en esta situación era 18 puntos mayor que ahora (90%) y, en el caso de las grandes corporaciones, 9 puntos más (89%).
¿Cómo hacer frente a impagos y retrasos?
En estas circunstancias, los retrasos y los impagos suponen un serio peligro para las empresas a la hora de hacer frente a sus propios pagos, mantener una situación financiera saludable y continuar con su actividad. No obstante, existe una alternativa para evitar o ya afrontar el endeudamiento gracias a entidades como Gedesco.
Dado que un gran número de empresas que asumen impagos han sufrido impagos previos por parte de sus clientes, mediante su su servicio de Recobrarte, especializado en la gestión de impagos comerciales, Gedesco recupera los impagados de la empresa, asumiendo todos los costes del procedimiento, judiciales y no judiciales, con la garantía de que el cobro por el servicio solo se produce en caso de que el cliente recupere su deuda.