No necesitan firmar un contrato, ni darse de alta como autónomos o cotizar en el IRPF... Los robots repartidores han llegado a Madrid, curiosamente, cuando no ha pasado ni un mes desde que la compañía de reparto a domicilio Deliveroo haya abandonado España por la legislación laboral que le ha impuesto Yolanda Díaz.
Desde que la ministra comunista empezara a dirigir la cartera de Trabajo, una de sus medidas estrella ha sido la de acabar con la condición de autónomos que tenían los repartidores de las plataformas de reparto a domicilio. Para ello aprobó su famosa Ley Rider el pasado mes de agosto. Algunas plataformas como Glovo o Uber Eats están intentando adaptarse a la normativa de Díaz, pero otras, como Deliveroo, han decidido huir del mercado nacional dejando a más de 3.000 repartidores sin su principal fuente de ingresos.
Glovo se enfrenta a multas millonarias
La única esperanza que le quedaba a los riders autónomos que han perdido el sustento de Deliveroo estaba puesta en Glovo, ya que Uber Eats ha subcontratado sus flotas, pero esta compañía de reparto a domicilio con sede en Barcelona tampoco está atravesando por su mejor momento. La razón es que la Inspección de Trabajo amenaza su viabilidad con multas millonarias.
La más reciente es la de más de 8,5 millones de euros que la Inspección de Trabajo ha impuesto Glovo por no contratar a 1.316 trabajadores de la provincia de Sevilla, al tiempo que ha pedido que se "redoblen" los esfuerzos para garantizar el cumplimiento de la Ley Rider. Tal y como vaticinaba hace unas semanas una repartidora de Deliveroo, indignada con Yolanda Díaz, Glovo "ha ideado un sistema distinto para algunos autónomos para adaptarse a la Ley, aunque ya se lo están denunciando también, así que, no sé lo que durará". Parece que no se equivocaba demasiado.
Los robots desafían la legislación laboral
Pero estos modelos de negocio podrían haber encontrado una vía de escape a las rígidas legislaciones laborales de los Gobiernos que denuncian el supuesto trabajo precario de sus riders: los repartidores robots.
Este resultado no es nada nuevo. Gracias a la evolución de las tecnologías, las máquinas han ido acaparando las tareas menos productivas del ser humano y el mejor ejemplo de ello es internet. Además, en estos momentos, el coche autónomo se está ensayando en decenas de ciudades del mundo, por lo que el trabajo de taxistas o camioneros, tal y como ahora lo conocemos, tendría fecha de caducidad, como podría suceder en el caso de los repartidores si estas máquinas se implantan.
Goya, campo de pruebas
Así, el pasado lunes, Glovo presentó en Villaverde el robot repartidor que ha creado junto a Goggo Network y delibera.AI en un proyecto a tres. "La demanda de entregas automatizadas de última milla sigue creciendo en toda Europa. No solo las plataformas de pedidos en línea, sino también las ciudades inteligentes se han interesado en el servicio de entrega autónoma, ya que tiene un enorme potencial para mejorar la vida de las personas en las ciudades inteligentes al tiempo que ayuda a las plataformas de pedidos en línea a optimizar su logística de última milla y así reducir los costes de entrega", celebró Ali Kutay Yarali, fundador y director ejecutivo de Delivers.AI, una compañía que "ya automatizado miles de pedidos en Europa".
Glovo ha bautizado a su robot como "Autonomous Robotic Delivery Service". Será el primer piloto de tecnología autónoma en España, diseñado para los centros de las ciudades. Es un pequeño robot autónomo, totalmente eléctrico, que se desplazará por las aceras de las calles dentro de una zona determinada a la velocidad de un peatón. Una vez se reciba un pedido, el robot se dirigirá de forma autónoma hasta un supermercado designado donde depositar el pedido. A partir de ahí, el robot hará el camino hasta el edificio del cliente, que podrá consultar en todo momento su posición. Una vez llegue, se avisará al cliente para recoger su pedido.
Fuentes de Glovo explican a Libre Mercado que no será hasta el primer trimestre de 2022 cuando el primero de sus robots eche a andar por las calles de Madrid. Se estrenará por la zona de Goya y, al principio, prácticamente irá acompañado por un empleado de la compañía y estará en todo momento vigilado por otra persona a través de sus cámaras. Cuando comience la prueba piloto, se avisará al cliente de Glovo de que su pedido se lo trae un robot repartidor. El cliente tendrá que introducir un código de seguridad para abrir el aparato y obtener su compra. Después, ampliarán la prueba piloto a un segundo robot siempre y cuando el Ayuntamiento de Madrid les otorgue las licencias correspondientes.
Más robots en Villaverde
Además del robot de Glovo, el pasado lunes, el Ayuntamiento de Madrid presentó el "sandbox" que ha puesto en marcha a través de Madrid Futuro en Villaverde, que no es otra cosa que un laboratorio de pruebas de 20 km2, "el más grande de Europa", para este tipo de iniciativas.
En este espacio también comenzará la fase de pruebas de un foodtruck autónomo de Goggo Network, que recoge comida de restaurantes para su venta posterior en la vía pública, el vehículo autónomo desarrollado por la Universidad de Nebrija y la empresa FEM Expert o el dron logístico de Globalvia y eHang. Todos estarán asegurados por Mutua Madrileña.