Las casas de Málaga están de moda. El repunte del mercado de la vivienda de la provincia de la costa del Sol parece no tener techo y las buenas noticias no paran de sucederse. Tanto es así, que Málaga ya ocupa la segunda posición en ventas de obra nueva solo por detrás de Madrid, con una cuota del 8,9% de las ventas a nivel nacional durante los seis primeros meses del año, según Colliers.
Sin embargo, en el último informe anual de Colliers sobre el sector residencial en España, Barcelona sale muy mal parada. Al analizar los efectos de las diferentes políticas impulsadas en materia de vivienda en los principales mercados nacionales en este 2021, la Ciudad Condal se lleva —para mal— la palma.
Y es que, pocos pueden presumir de una gestión de la vivienda tan nefasta como Ada Colau. Como consecuencia del feroz intervencionismo de la lideresa, junto con las políticas que favorecen la okupación y castigan la propiedad privada, la inversión huye de Cataluña y de su capital.
La demanda y los precios, hundidos
Buena prueba de ello es precisamente la pérdida de la segunda posición en favor de Málaga y la caída hasta el tercer puesto de Barcelona en cuanto a demanda de vivienda, con un 8,3% de cuota de mercado, cada vez más lejos del 21% de Madrid. Todo ello pese a que el primer semestre de 2021 ha sido el mejor de toda la serie histórica en España desde 2008. En total, el número transacciones de vivienda fue un 63,7% superior al año 2020 e incluso un 10,67% superior al primer semestre de 2019, con un incremento de las operaciones de vivienda nueva del 44,9% y del 23,9% respectivamente.
Pero no solo esto. Barcelona también cae en cuanto al precio de venta de sus viviendas a pesar de un nuevo aumento generalizado de la demanda en 2021. En la comparativa, el informe refleja que el comportamiento de los precios en Madrid ha sido muy diferente al de la Ciudad Condal, que acumula retrocesos año tras año respecto a la capital. Así, los precios en Barcelona registraron una caída del 4,2% frente al crecimiento de precios de Madrid hasta junio de 2021.
Colliers señala aquí que uno de los factores que ha provocado esta caída de precios son las regulaciones por parte del Ayuntamiento de Barcelona en materia de vivienda. Unidas a la incertidumbre económica de las familias por la actual crisis sanitaria y a los altos precios alcanzados en 2018, la situación de incertidumbre en el sector inmobiliario ha provocado que muchos propietarios hayan sacado sus pisos del mercado de alquiler para ponerlos en venta, aumentando de manera importante la oferta de vivienda y hundiendo los precios.
De la misma forma, Barcelona tampoco remonta en términos de absorción de vivienda, es decir, en la relación entre el número de transacciones de obra nueva respecto al de viviendas terminadas. La Ciudad Condal registra aquí el peor comportamiento de los cinco mercados analizados con una tasa de absorción del 69%, por debajo de los niveles de Valencia (105%), Madrid (90%), Málaga (88,5%) y Sevilla (73%).
El peligro de la nueva ley de vivienda
Más allá de la preocupante situación actual de la vivienda en Barcelona, las previsiones no arrojan muchas esperanzas. La razón es la nueva ley de vivienda pendiente de aprobación por parte del Gobierno que, entre los muchos retos del sector, es lo que "más incidirá en el normal funcionamiento del mercado residencial por las medidas intervencionistas, fundamentalmente enfocadas en el alquiler, que añaden incertidumbre a los inversores", señala Mikel Echavarren, CEO de Colliers.
"Estas medidas han hecho saltar las alarmas respecto a la seguridad jurídica necesaria para cualquier inversor y suman una incertidumbre adicional con la propuesta de incrementar la fiscalidad de las socimis españolas. Todas estas medidas y presiones van en la tendencia contraria de las necesidades de desarrollo de un parque de viviendas en alquiler moderno y eficiente en España", añade.