Desde que el 30 de noviembre se anunciara el relevo de Pablo Isla al frente de Inditex para dar paso a la heredera natural, Marta Ortega, como nueva presidenta, se han escrito auténticos ríos de tinta sobre una de las compañías más importantes de nuestro país y con mayor proyección internacional.
Las tiendas de Zara son ya iconos de moda en enclaves tan característicos del sector como París o Londres o Nueva York y las acciones de la compañía, bajo el mando de Isla, han multiplicado su valor un 900%.
El imperio construido por Amancio Ortega es, además, uno de los ejemplos más emblemáticos del empresario hecho a sí mismo, que comenzó repartiendo camisas y vendiendo batas acolchadas de guata antes de abrir la primera tienda Zara. Hoy Ortega aparece anualmente en el ranking de los hombres más ricos del mundo y despierta pasiones. Desde los ámbitos más cercanos a Podemos le odian. Ni siquiera le perdonan que haga donaciones millonarias cada año para la lucha contra el cáncer. La mayor parte en España le aplaude y admira como ejemplo de empresario que triunfa en España sin depender de concesiones administrativas.
Por todo ello, cualquier noticia de alcance sobre la compañía provoca terremotos bursátiles, como sucedió durante aquel 30 de noviembre y los días sucesivos.
¿Qué hay detrás de la salida de Pablo Isla?
La pregunta que todo el mundo se hace es ¿Qué hay detrás de la salida de Pablo Isla? A priori la respuesta debería ser sencilla: Es natural que en una empresa familiar como esta y después de años preparándose, sea Marta Ortega, la heredera natural de Amancio, quien se haga con las riendas de la compañía. Pero hay un aspecto fundamental: una decisión de estas características, lo normal es que se hubiera comunicado de manera paulatina.
Hemos sabido que este relevo ya estaba pactado con la familia y era algo que se iba a producir pero que, algunos acontecimiento que todavía se desconocen han hecho que se acelere.
Las fuentes del mercado cercanas a la familia Ortega consultadas por Libre Mercado son muy reacias a dar más información de la cuenta. El núcleo familiar es un búnker, informativamente hablando. Lo que sí que nos confirman es que, aunque la decisión estaba tomada y el relevo se estaba preparando, no estaba previsto que se anunciara en este momento. Y el acelerante habría sido un desacuerdo con Isla sobre la persona que quedaría como Consejero Delegado.
En 2019 asciende a CEO el que hasta entonces había sido el Director General de Operaciones de Inditex y que es mano derecha de Pablo Isla, Carlos Crespo. Según relatan estas fuentes a LM, Isla quería que Crespo quedara de Consejero Delegado. Sin embargo, la decisión de que ese puesto lo ocupase Óscar García Maceiras, no gustó a Isla que decidió adelantar su salida a abril de 2022 y anunciarlo antes de final de año.
Otras fuentes, sin embargo, niegan cualquier tipo de desavenencia entre Isla y la familia Ortega y consideran que el Ejecutivo está tentado por otros sectores que podrían requerir sus servicios.
Es más, según cuenta Carlos Segovia en El Mundo, hasta el Partido Popular le habría "tirado la caña" para que capitaneara el área económica en el partido de cara a los próximos comicios.
Crespo renuncia a su indemnización
Tras conocerse la salida de Isla, Crespo renunció a su cargo como Consejero Delegado, a favor de Óscar García Maceiras, y ahorra a la compañía una indemnización de 3 millones de euros, según publica El Economista. Seguirá como Director General de Operaciones, Transformación Sostenible y digital, puesto que ocupaba hasta su ascenso en 2019.
Su puesto lo ocupa Óscar García Maceiras, que ejercerá de primer ejecutivo de la compañía. Con 46 años, Maceiras todavía ostenta el mérito de español más joven en sacar la oposición de Abogado del Estado (la obtuvo con 25 años). El sector crítico con este nombramiento considera que su experiencia en gestión es escasa, a pesar de haber desarrollado su carrera en el sector financiero y en puestos de relevancia en el equipo de Ana Botín en el Santander.