Libertad Digital ha celebrado un nuevo evento con la vista puesta en la jubilación. Los planes de pensiones privados y las alternativas de ahorro para cuando llegue el momento de dejar de trabajar han centrado las intervenciones de los expertos que se han congregado en torno a Libertad Digital para desentrañar las claves de este asunto.
El director general de Ibercaja Pensión, José Carlos Vizárraga, la directora general de INVERCO, Elisa Ricón y el director de cliente privado y family offices de KPMG, José Luis López-Hermida, han profundizado en los nuevos anuncios del Ejecutivo y su intención de incentivar los planes de pensiones de empresas (segundo pilar) al tiempo que desincentiva los planes privados (tercer pilar).
Planes de empresa, a costa de los individuales
Tanto es así, que lo primero que ha anunciado el Ejecutivo es que el próximo año la aportación máxima desgravable en los planes privados de pensiones pasará de los 2.000 euros actuales a 1.500. Elisa Ricón y José Luis López-Hermida coincidían en que la estrategia debería ser quitar trabas a los sistemas complementarios de ahorro para la jubilación y no fomentar unos a costa de otros.
Vizárraga, de Ibercaja Pensión, recordaba cómo en "los países de nuestro entorno los planes de pensiones privados son populares, pero aquí los estamos atacando basándonos en un mensaje que todavía no tiene consistencia jurídica y es que se hace para fomentar los planes de empresa. Y nosotros estamos encantados de que se fomenten los planes de empresa, pero no creemos que técnicamente esté bien resuelto que unos tengan que ir en compensación de los otros".
Por su parte, la directora general de INVERCO, Elisa Ricón, ha recordado que los países "a los que queremos parecernos" tienen un sistema "multipilar" basado en un primer pilar que consiste en una pensión pública, un segundo basado en planes de empresa y un tercero que es el ahorro individual y voluntario. Según Ricón, ésta es la apuesta clara de Europa y de la OCDE. Pero "lo que estas organizaciones internacionales no dicen es que unos se desarrollen a costa de otros. Lo que dicen es que cada uno tiene que tener su espacio".
Para Ricón, el problema de la manera en que se está abordando este asunto en España es que, por un lado confiamos en que las pensiones públicas se sostengan "de la mejor manera posible", pero las otras dos vías para completar los ingresos tras la jubilación -los planes de empleo y los planes privados de pensiones- "son esenciales y, pese a todo, nos encontramos que cuando no somos capaces de desarrollar el segundo (los planes de empresa), nos estamos cargando el tercero (los planes privados)".
Ventajas fiscales
Por su parte, José Luis López-Hermida recordaba que al hablar de los planes individuales de pensiones estamos abordando algo tan "esencial como el ahorro de las próximas generaciones", lo que merecería una cierta "estabilidad" normativa por parte de la administración. En el mismo sentido se pronunciaba el director general de Ibercaja Pensión, José Carlos Vizárraga: "Que el ahorro para la jubilación tenga un pequeño premio fiscal no parece demasiado descabellado", resumía.
López-Hermida, además, recordaba que el hecho de que el Gobierno esté reduciendo las ventajas fiscales de este producto, (8.000 euros de aportación máxima desgravable el año pasado, 2.000 este, y 1.500 el próximo año), provoca que las aportaciones caigan y que, además, se cronifiquen como un evento puntual al año. Una auténtica pena porque "las ventajas fiscales de este producto no se terminan ahí".
Recordaba López-Hermida, de KPMG, que los planes de pensiones privados no tributan por patrimonio y quedan fuera de los impuestos de sucesiones y donaciones.
Por todo ello, considera que "si alguien tiene capacidad financiera para aprovechar momentos de mercado, lo mejor que puede hacer es invertir" y hacerlo de manera periódica y no puntual. "Debe ser una inversión mantenida en el tiempo, que se haga no únicamente por incentivo fiscal, sino porque lo que quiero es tener un patrimonio para afrontar el futuro de los últimos años".
El tercer pilar existe y es un éxito
El Ejecutivo, con su decisión de rebajar en los dos últimos años la aportación máxima con derecho a beneficios fiscales en los planes privados, ha hecho que sólo en el primer semestre del año las aportaciones a los planes privados de pensiones se desplomaran más de un 90%.
Y esto es una verdadera lástima porque en España es un producto que funcionaba muy bien.
Recordaba Ricón que "con una aportación de 1.000 euros anuales, al cabo de 40 años, con una rentabilidad del 3% tendríamos 75.000 euros acumulados. Y si reinvertimos el beneficio fiscal nos vamos por encima de los 100.000". Además, decía que en España 7,5 millones de personas tienen suscrito un plan de pensiones siendo el 75% de ellas rentas globales inferiores a 45.000 euros lo que despeja la idea de que se trata de un producto para ricos.
Tanto José Luis López-Hermida, como José Carlos Vizárraga y Elisa Ricón, insistían en la idea de que el ahorro complementario para la jubilación tiene que continuar y ser creciente y "las entidades financieras tienen que trabajar en un concepto, que es que hay que empezar antes", decía Ricón.
Hay que ahorrar
Si el interesante debate que protagonizaron estos tres expertos tuviera que resumirse con una sola idea fue la de la necesidad de ahorrar. Vizárraga recordaba que en España gracias al esfuerzo que ha hecho la industria, la inversión colectiva ya "democratiza la gestión de activos" y eso hace que no sean productos para ricos y que cualquiera pueda ahorrar e invertir desde cantidades pequeñas. "Da igual que entres con 1.000 euros, con 100 o con 100.000".
Es decir que "tenemos productos fantásticos en España y creo que hay que fomentar el ahorro, y que se haga periódicamente, poquito a poquito", decía Vizárraga.
Pese al maltrato normativo que ha sufrido en los dos últimos años por parte del Gobierno, Vizárraga considera que "sigue siendo muy interesante" aunque recordaba que "también hay otros productos en los que se puede invertir". Lo importante, decía Vizárraga, "no es tanto el producto, los planes de pensiones siguen siendo un producto fantástico, pero hay otros y lo más importante es seguir educando a los ciudadanos en cultura financiera y que sepan que hay que ahorrar para la jubilación. Lo importante es ahorrar".
José Luis López-Hermida, por su parte, recordaba que "los planes de pensiones individuales dan la posibilidad de optar por el gestor que quieras, lo que es muy sano para que la industria haga los deberes".
¿Se puede empezar a cualquier edad?
Los tres expertos coincidieron en que hay que tratar de concienciar a los ciudadanos de que cuanto antes comencemos nuestra planificación de ahorro e inversión, mucho mejor, pero también advirtieron de que nunca es mal momento para empezar a invertir. También las personas que ya se acercan al momento de su jubilación pueden encontrar buenas oportunidades de inversión. "Los más jóvenes tienen menos capital y hacen menos aportaciones, pero al tener mucho tiempo por delante obtienen grandes revalorizaciones. Con 50 años no tienes tanto tiempo por delante pero sí tienes más capital y puedes hacer aportaciones mayores", resumía Vizárraga.
Los planes de empresa
Por último, el debate centró su atención sobre el supuesto intento del Gobierno de promocionar el segundo pilar, el de los planes de empleo. Es decir, que las empresas en España suscriban planes de pensiones colectivos y que parte del salario que pagan al empleado vaya en este plan de ahorro para la jubilación.
El problema no es que se incentiven los planes de empresa que, como decía Elisa Ricón, es necesario porque la estrategia correcta "es una estrategia multipilar en el que funcionen a la perfección las tres patas del ahorro para la jubilación". Pero el Gobierno lo que ha hecho es castigar las deducciones fiscales de los planes privados de pensiones para aplicárselas a los planes de empresa. Sin embargo, "si se quiere potenciar el segundo pilar hay trabas que hay que quitar, cosas que estorban como que haya que aportar en cotizaciones lo que se aporte a los empleados en su plan de pensiones", decía Elisa Ricón.
José Luis López Hermida concluía que "para tener un buen sistema estable y sólido de previsión, cuantas más patas tengas, mejor". Ponía como ejemplo el taburete que, con tres patas se sostiene y, si le dejas en dos, no. "No se han de desincentivar los individuales a favor de los de empresas, hay que promocionarlos todos y que haya libertad". Según concluía José Luis López-Hermida, "cuando se fomenta la libertad se fomenta lo mejor de la competencia de las empresas. No es maltratar fiscalmente a unos frente a otros, sino quitar obstáculos y que se conviertan en productos sencillos".