El gobierno de Pedro Sánchez, que coloca la "justicia social" en el centro de su discurso económico, tiene motivos para la preocupación. No en vano, las estadísticas reflejan un claro deterioro de las condiciones sociales de la población española, a lo que se suma una recuperación a todas luces lenta e insuficiente, lastrada también por una galopante inflación.
Resulta especialmente llamativo que el desempeño de nuestro país sea tan malo en los indicadores de desigualdad y pobreza. En ambos frentes, las cifras disponibles muestran que, en los dos últimos años, se ha producido un cambio a peor muy significativo, lo que vendría a cuestionar las proclamas propagandísticas del gobierno y sus acólitos.
Así crece la desigualdad
Las diferencias salariales son otro de los temas centrales del discurso económico de PSOE y Podemos. Sin embargo, como ya sucedió bajo los gobiernos de Felipe González o Rodríguez Zapatero, los indicadores de desigualdad retributiva han ido a más desde que empezó el mandato de Pedro Sánchez.
Así, el indicador adelantado que elabora el servicio de estudios de CaixaBank ha constatado que el Índice de Gini, en el que se miden las diferencias en la renta de los ciudadanos, ha experimentado una subida de 1,61 puntos durante el último año y medio. No solo eso, sino que, en plena pandemia, las diferencias de ingresos llegaron a aumentar en 10,96 puntos, a pesar de que el gobierno insistió una y otra vez en que su agenda económica haría que "nadie se quede atrás".
Así aumenta la pobreza
Los registros de la Encuesta de Condiciones de Vida que elabora el Instituto Nacional de Estadística muestran igualmente un cambio a peor en los indicadores referidos a la pobreza. Por ejemplo, el número de personas que no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días ha subido del 3,8% al 5,4%.
De igual manera, el número de personas en situación de carencia material severa creció del 4,7% al 7% de la población en 2020. Esto significa que el número de pobres ha subido de 2,21 a 3,32 millones de personas o, lo que es lo mismo, ha crecido a un ritmo de 3.000 personas al día.