La agenda verde que desde hace años promueven diversos acuerdos internacionales promovidos por la ONU y la UE se ha convertido en un elemento central de la política económica española a raíz de la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y del anuncio del Plan para la Recuperación, Transformación y Resiliencia con el que se van a canalizar los fondos de "rescate" impulsados desde Bruselas.
El último informe de la consultora Freemarket CI ha puesto en el punto de mira ambos avances del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez. Como explica, "se ha establecido como meta el lograr la neutralidad climática, a más tardar, en 2050. En el interregno, el Gobierno se propone que, cuanto menos, el 75% de la generación eléctrica provenga de las renovables".
Como recuerda el organismo que preside Lorenzo Bernaldo de Quirós, "en España los combustibles fósiles suponen más del 70% del consumo de energía primaria. Ese dato pone de relieve la titánica tarea que el Gobierno ha impuesto a la economía nacional, a las compañías y a los particulares, puesto que se pretende lograr esa meta del 75% en apenas diez años".
En este sentido, Freemarket CI recuerda que, junto con el 50% del aumento en los precios de gas, otro 20% está ligado al coste de los derechos de emisión. Por tanto, el brutal incremento de la factura de la luz que se viene registrando en 2021 y que puede continuar en el futuro es, en parte importante, una situación agravada por el encarecimiento político de los costes de la energía.
Así pues, cada vez son más las voces que insisten en la importancia de frenar la escalada de costes energéticos provocada por la ‘agenda verde’. No hay que olvidar que, por cada central nuclear que se cierre este año en el mundo, se construirán diez más, de modo que el giro de un número creciente de países a dicha tecnología es cada vez más acentuado, precisamente para asegurar un suministro de energía permanente, fiable y de coste más asumible.
Golpe a una economía arruinada
De acuerdo con las previsiones que también han comunicado otros organismos como el Instituto de Estudios Económicos, la consultora advierte que "la economía española ha entrado en una dinámica de clara desaceleración respecto a las previsiones. La recuperación está lejos de producirse y la consolidación de un crecimiento alto y sostenido es una conjetura cada vez más alejada. A este ritmo, aunque la economía europea habrá recuperado en 2021 los niveles de PIB de 2019, en España no sucederá lo mismo hasta 2023 o incluso el primer trimestre de 2024".
En este sentido, el informe apunta que el PIB crecerá solamente un 5,2% en 2022, frente al 7% que anticipa el Gobierno. De hecho, este mismo año Freemarket CI espera que la producción avance apenas un 4,5%, lejos del 6,5% que comunicó el Ejecutivo de PSOE y Podemos en su última revisión y a gran distancia de las tasas cercanas al 10% que se planteaban a comienzos de año.
Según estas estimaciones, el alza de los precios de la energía restará 1,3 puntos al crecimiento del PIB en 2021, amén de 1 punto más en 2022. Ajustando estos datos, podemos concluir que el impacto de la inflación ya asciende a la friolera de 25.816 millones de euros, de los cuales 14.585 millones corresponden a 2021 y 11.219 a 2022. Esta cifra equivale a un golpe medio de 1.373 euros por hogar.