El Gobierno sigue empeñado en su guerra particular contra el vehículo privado. Ahora, una nueva propuesta del Ministerio de Transición Ecológica plantea "una tasa o impuesto anual de elevada cuantía para permitir estacionar en la calle". Así lo ha indicado el ministerio de Teresa Ribera en el documento de Directrices para la creación de zonas de bajas emisiones (ZBE), aunque no da más detalles de cómo se cobraría el tributo, que debería ser municipal.
El Ministerio para la Transición Ecológica presentó el pasado día 19 de noviembre junto a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) las directrices para la Creación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Estas directrices "constituyen una guía para aquellas entidades locales que, en respuesta a lo establecido en la Ley de cambio climático y transición energética, deban establecer una Zona de Bajas Emisiones" explicó el Gobierno. .
Según la Ley de Cambio Climático, el Gobierno obligará a 149 municipios que superan los más de 50.000 habitantes a imponer Zonas de Bajas Emisiones en sus territorios impidiendo la circulación de coches.
Además, también quieren ampliar las zonas del Sistema de Estacionamiento Regulado para cobrar más a los conductores por aparcar. "La extensión de la zona de estacionamiento regulado podrá aplicarse sólo en el interior de las zonas de bajas emisiones o extenderse a otras zonas más amplias para contribuir a reducir el efecto frontera de la ZBE", señalan. Según indica el propio informe, "el Sistema de Estacionamiento Regulado (SER) puede constituirse como una herramienta eficaz para reforzar la implementación de una ZBE".
En su ensañamiento con el vehículo privado, afirman que "el coste hora se recomienda que sea superior al coste del billete sencillo de la red de transporte público para el fomento de la movilidad colectiva".
Sus ansias recaudatorias no dan tregua y también plantean un peaje a la hora de entrar en la Zona de Baja Emisión. "El acceso y circulación en la ZBE se puede incorporar el pago de una tasa o peaje, cuya cuantía puede además variar en función de las condiciones del vehículo, en base al principio quien contamina paga", señalan. No hay que olvidar que los conductores ya desembolsan una importante suma a Hacienda al comprar un coche o al repostar.